Todo mundo quisiera un jefe que sea un oyente activo.

Esta especie es un bien escaso, pero cuando tienes uno así, sientes que te has sacado la lotería.

El jefe que es oyente activo es aquel que invita a la conversación. Él pide retroalimentación constructiva. Ella quiere conocer sus ideas. Él se preocupa por su vida personal. Ella aleja sus dispositivos cuando usted la aborda.

Un jefe como este te hace sentir respetado y valorado. Él le motiva para hacer bien su trabajo, simplemente al tomarse el tiempo y hacer el esfuerzo para entender lo que le comunica.

Esto no es sólo un jefe que todo mundo quiere tener. Este es un amigo, cónyuge, padre y pastor, que todo mundo quiere.

Este es un líder que vale la pena seguir.

¿Es usted esta persona?

Usted puede no tener un título de liderazgo, per se, sin embargo, como un seguidor de Cristo usted es un líder. Tan solo al vivir su vida en relación con los demás, usted está llevando a cada uno de ellos ya sea a querer o no querer seguirle y, posteriormente, a querer o no querer seguir a Aquel que usted sigue.

La forma más práctica en la cual usted lidera con su vida es a través de su comunicación. Y un aspecto vital de la comunicación efectiva es escuchar. Pero escuchar es más que simplemente oír a otra persona.

Escuchamos todo tipo de ruidos cada día, pero no procesamos cada uno de ellos.

[bctt tweet=« Escuchar activamente precisa la intención de comprender. – Caitlin Meadows »]

Escuchar de forma activa requiere la intención de comprender el mensaje que se nos comunica con lo mejor de nuestras habilidades.

El liderazgo cristiano activo requiere escucha activa porque:

La Escucha Activa Comunica Abnegación

El evangelio de Jesucristo representa el acto más grande de abnegación de la historia. Cristo dio Su vida a la muerte y enfrentó la ira del Padre por nuestros pecados. Él sufrió nuestro castigo para que nosotros no lo sufriéramos. Antes de hacerlo, Él enseñó a sus discípulos esta paradójica verdad acerca de Su Reino:

« …el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo. » Mateo 20:26-27

Cuando damos de nuestro tiempo para permitir que otra persona se comunique con nosotros, nos estamos convirtiendo en siervos de esa persona. Los estamos sirviendo mostrándoles a través de toda nuestra atención que son valiosos y que respetamos sus pensamientos y necesidades.

El lenguaje no verbal tal como el contacto visual, asentir con la cabeza e inclinarse cuando otra persona está hablando les dice que estamos escuchando. Hacer preguntas aclaratorias cuando es nuestro turno de hablar valida más a la otra persona.

Junto con la abnegación,

La Escucha Activa Comunica Humildad

« Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo » – Filipenses 2:3

La persona orgullosa asume que él/ella lo sabe todo y no tiene nada que aprender. La persona humilde aparta sus nociones preconcebidas y reconoce que la persona que comunica probablemente tenga algo nuevo y beneficioso para compartir.

La persona orgullosa escucha para responder, creyendo que sus pensamientos son más importantes que los de la otra persona. La persona humilde escucha para comprender, suspendiendo su pensamiento para comprender mejor lo que la otra persona está compartiendo. De esta manera, la persona humilde considera a los demás como más importantes que él.

Es la persona humilde con quien otros están más dispuestos a ser vulnerables. El jefe descrito anteriormente personificaba humildad y es la humildad lo que hace a ese jefe tan deseable como líder.

La humildad rompe las barreras entre los individuos, que permite alcanzar el objetivo mismo de una comunicación eficaz…

La Escucha Activa Cultiva Unión Interpersonal

Poniéndolo de la forma más sencilla, la escucha activa cultiva las relaciones.

Cuando dos personas se conectan a un nivel personal, comienzan a construir confianza mutua, la cual es el fundamento de las relaciones.

Es casi imposible liderar a alguien que no confía en usted. Sin embargo, a través de la escucha activa, puede ganarse la confianza de los demás y convertirse en un amigo al que deseen emular.

Cuando se sientan confiados siguiéndole, aprenderán de Aquel a quien usted sigue y con devoción, ellos optarán por seguirlo a Él de la misma manera.

El problema con la escucha activa es que cada uno de nosotros falla en ella todos los días. Para intencionalmente convertirse en un oyente activo y, por tanto, un mejor líder para Cristo, debemos aceptar que,

La Escucha Activa es una Aptitud que Cristo nos Habilita para Desarrollar

Al igual que con todos los aspectos de la vida cristiana, debemos someternos a Cristo para ser habilitados por Su gracia para reflejarlo a Él. Esto significa aceptar que en y de nosotros mismos, no podemos ser como Él – abnegados y humildes en nuestras diversas relaciones.

Y de nosotros mismos, no podemos dominar las habilidades de escucha activa en aras de convertirnos en líderes activos.

Mientras me tomaba el tiempo para escribir esta publicación, me confieso culpable de mis propios fracasos en mis relaciones para ser la oyente activa y líder que Dios me llama a ser. Con frecuencia egoístamente decido revisar mi teléfono mientras mi marido me está contando acerca de su día, dejo que mi mente vague a mi lista mental de tareas mientras mi hermana comparte sus últimas novedades conmigo por teléfono, y lucho por mantener el contacto visual con la persona que me saluda en la iglesia porque estoy distraída con la tentación de mirar a mi alrededor y ver quién más está presente.

Sin embargo, esta convicción es buena. Esto me recuerda que tengo que rendirme una y otra vez al Señor, a fin de que pueda negarme a mi natural tendencia egoísta y abrazar el carácter de Jesucristo.

En nuestras fuerzas, el servicio constante a los demás a través de la escucha activa es imposible. Pero con Él, nada de lo que Él desea para nosotros es imposible.

De manera que podemos relajarnos, liberar la presión que sentimos por lograrlo, y simplemente rendirnos a nuestro Rey.

Reconociendo nuestra propia insuficiencia y Su poderío, abrazamos el deseo que nos ha dado para glorificarlo con nuestra vida. En sumisión, usted y yo podemos permitirle que nos habilite para perfeccionar las habilidades de escucha activa mientras Él nos usa para guiar a las personas a nuestro alrededor justo hacia Él.

¿Se pregunta por dónde empezar a evaluar este aspecto de sus habilidades de comunicación? ¿Desea convertirse en un líder más activo en su vida diaria? Descargue la guía gratuita: Identificando Sus Fortalezas de Liderazgo de Artios Christian College.