La vida en prisión me ha dado una paliza. Me ha ayudado a aprender a no ser un necio cuando Dios está tratando de enseñarme algo. Gracias doy a Dios por esas lecciones.
La vida es una lucha dolorosa, pero sólo los muertos no necesitan luchar. Gracias doy a Dios por esas luchas.
Las pruebas y tribulaciones me han hecho más fuerte, y ese dolor se ha convertido misteriosamente en belleza. Gracias doy a Dios por esas pruebas, tribulaciones y dolor.
Puedo usar mis fuerzas para ayudar a otros que están pasando por lo que yo he soportado, porque ¿de qué sirve ser fuerte a menos que pueda usarse para ayudar a los débiles? Gracias doy a Dios por esas oportunidades.
Amistad honesta, conversación profunda y una buena risa incluso en medio del caos. Gracias doy a Dios por esas bendiciones.
La oportunidad de concentrar mi energía en hacer los cambios necesarios en mi forma de pensar: que incluso detrás de estas rejas, puedo hacer un cambio positivo en mi perspectiva. Gracias doy a Dios por esos cambios.
La comida, el agua y un techo: Gracias doy a Dios por estas necesidades básicas, de las que tantos carecen.
Gracias doy a Dios por ponerme en forma y vivir un estilo de vida más saludable alejado de mis adicciones.
Por todos aquellos que se esfuerzan por hacer las cosas más difíciles de lo necesario; por todos los internos que lloriquean y se quejan de cualquier cosa y de todo; por todos los amigos y familiares que me dieron la espalda en mi hora más oscura y eligieron el odio en lugar del amor, la ira en lugar de la compasión, la animosidad en lugar de la comprensión y el rencor en lugar del perdón; por todas las frustraciones que vienen con una vida vivida dentro de una jungla de concreto en los márgenes de la sociedad, todo lo cual me llevó a hacer lo que no hice antes: dar mi vida a Jesucristo. Por todas estas personas, gracias doy a Dios.
Por esa intervención salvadora que me ha abierto los ojos y el corazón a la importancia de la familia real, los amigos leales, el amor inquebrantable y al Dios que lo hizo todo.
Por todo esto, le estaré eternamente agradecido a Dios.