7 Preguntas Que Debes Hacerte Antes de Dejar Tu Iglesia

7 Preguntas Que Debes Hacerte Antes de Dejar Tu Iglesia

FacebooktwitterredditpinterestlinkedinmailReading Time: 6 minutes

¿Estás pensando seriamente en dejar tu iglesia? ¿Tal vez estás cansado de las actitudes de los otros miembros o no conectas con el pastor. Tal vez te sientes abandonado, como si simplemente no pertenecieras. Como alguien que dejó su iglesia debido a sus problemas propios, pero después regresó, les sugiero hacerse estas 7 preguntas antes de decidir dejar su iglesia:

1. ¿Mi iglesia sigue una estructura bíblica?

Cada miembro de la iglesia tiene un rol importante que desempeñar. Hechos 6 nos da un ejemplo de miembros de la iglesia quienes tenían diferentes funciones. 1 Corintios 12 aborda los dones espirituales, específicamente reconociendo que los dones de cada miembro por separado juegan un rol en el funcionamiento apropiado de la iglesia. 1 Corintios 13, elocuentemente emite un tratado de cómo debemos amarnos los unos a los otros.

Cada miembro de la iglesia tiene un don que desempeñar. – Lisa Harp Hinds Click To Tweet

Amarnos los unos a los otros entre la iglesia es un tema del cual Dios ha estado últimamente hablando profundamente en mi alma. Como muchos otros, aún no estoy en donde Él quiere que esté, pero estoy empezando a ver algunos asuntos con ojos espirituales.  El amor en acción es más que un sentimiento.  A menudo el acto de amar hace que aparezca el sentimiento.  Reconocer nuestros dones espirituales es excelente, pero, si no practicamos el amor, nada más importa. El amarnos los unos a los otros, es la manera máxima en la que mostramos al mundo que somos seguidores de Cristo (Juan 13:35; 1 Juan 2:9-11; 3:10,15 y 16).

Además, debemos obedecer las instrucciones de Dios con respecto a las cualidades de los ancianos y diáconos (1 Timoteo 3, Tito 1:5-9; ver también la Razón #2 en 5 Razones Por las Que Abandoné La Iglesia).  Cada iglesia debe tener líderes apropiados (Hechos 14:23; Tito 1:5).  Si tu iglesia no está siguiendo las pautas bíblicas para su estructura, ¿qué puedes hacer para ayudarles a reorganizarse? ¿Están los otros miembros dispuestos a escuchar o te encuentras contra una pared de ladrillos?

2. ¿Enseña mi iglesia verdad bíblica?

¡Este asunto es grande! Quiero decir, ¿qué es la iglesia si no está construida sobre la Santa Biblia? La iglesia no es un club social. Nosotros, la iglesia, somos discípulos de Cristo. Le pertenecemos a él, no al mundo. Por lo tanto, debemos enseñar su Palabra correctamente, con sinceridad, para el Señor (2 Corintios 2:17).  Cada uno de nosotros es un ministro del Señor incluso si no todos somos predicadores, y no debemos adulterar la Palabra de Dios (2 Corintios 4:1-2). Si tu iglesia no está comprometida a enseñar verdad bíblica y no considera las preocupaciones que has expresado después de haber orado y ayunado, es posible que no estén interesados en la verdad.  En este caso, yo recomendaría encontrar una iglesia que, si enseñe verdad, o plantar tu propia congregación si el Señor te guía a hacerlo.

3. ¿He pasado tiempo orando sobre esto?

1 Tesalonicenses 5:16-18 nos dice lo que debemos estar haciendo cada día: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” Así que, si puedes pasar del dolor al regocijo, pasar de la preocupación a dar gracias, entonces estarás cambiando tu actitud a través de esta nueva mentalidad. A través de la oración, podrás discernir si Dios te está llamando a hacer algo emocionante en tu actual iglesia o si Él te está guiando a otro lugar para su gloria. Sin pasar tiempo en oración, no podemos reconocer su guía.

Como enseña Filipenses 4:6 “Por nada estéis afanosos; sino sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.”  El Señor tiene nuestro bienestar en mente y nos ayudará cuando le busquemos (Lamentaciones 3:25; Romanos 8:28).  Cuando dejé mi iglesia, – se trataba de mí, de lo cual me arrepiento.  Te animo a pasar tiempo en oración para que no cometas los mismos errores que yo.

4. ¿Debo cambiar mi actitud?

Reflexiona sobre esto: ¿Cuándo estoy hasta aquí de los demás, el problema es ellos o es mi propia actitud? A menudo, mi actitud es usualmente la raíz de mis problemas con otras personas u organizaciones. Soy una persona muy sensible, lo cual significa que usualmente me doy cuenta de cosas que otras personas no. Como resultado, me puedo frustrar con los demás, fallando en entender por qué ellos no ven las cosas que yo veo. Ya que Dios nos da a cada uno nuestros propios dones y cada uno de esos dones son importantes, esto me recuerda que debo bajarme de mi trono y trabajar en mi propria actitud (ve Razón Número 2 en 5 Razones Por Las Que Regresé A La Iglesia la cual será publicada pronto).

Tal vez te encuentras más avanzado que otros en algunas disciplinas espirituales, pero sospecho que ellos están más adelantados que tú en otras disciplinas. ¿No es esta una posibilidad? (Ver Romanos 12:3-8 y 1Corintios 12:7-11).  No todos los niños aprenden y crecen al mismo ritmo; tampoco los hijos de dios. Así que, dado este hecho, tal vez debemos orar por nuestros hermanos en Cristo (Efesios 6:18), y orar por nosotros mismos También para que Dios nos de paciencia, amor y amabilidad hacia nuestra familia eclesiástica. Ora respecto al fruto del Espíritu enlistado en Gálatas 5:22-23. También nota 1 Tesalonicenses 5:12-15, el cual nos guía sobre cómo tratarnos. Recuerda, todas las congregaciones tienen sus propios problemas (posiblemente similares).

5. ¿Necesito abordar una ofensa personal?

En Mateo 5:23-24, Jesús nos instruye “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.” Si sabemos que nuestro hermano en Cristo tiene algo en nuestra contra, no debemos perder tiempo en iniciar esfuerzos de reconciliación. De igual manera, si tenemos algo contra alguien más, debemos ir directamente a esa persona y a nadie más (Mateo 18:15) en lugar de compartir el asunto con alguien que no tiene nada que ver. Después de hablar con el individuo, si el asunto no se ha resuelto, sigue las instrucciones en Mateo 18:15-17. Este es el proceso que Cristo nos ha dado para manejar problemas que surgen entre miembros de la iglesia.

6. ¿Puedo ayudar a mi pastor?

La mejor ayuda que Podemos proveer a nuestros pastores es llevarlos en oración. Inicia un grupo de oración para orar específicamente por tus líderes. Nuestros líderes espirituales enfrentan los mismos problemas que el resto de nosotros. No Podemos esperar que nuestros pastores hagan todo.  Ellos También necesitan tiempo y energía para sus familias.  ¿Qué ministerio puedo llevar a cabo para ayudar a aligerar la carga del pastor? Efesios 4:11-13 dice que todos tenemos un ministerio: “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.  ¡Adelante! ¡Descubre tu ministerio y ponlo en obra! Yo empecé a aprender sobre mi ministerio después de inscribirme en Atrios Christian College¡Regístrate hoy!

¡Descubre tu ministerio y hazlo! – Lisa Harp Hinds Click To Tweet

7. ¿Cuánto énfasis estoy poniendo en la música?

Si estás descontento con la música en la iglesia, ¿qué es lo que te molesta específicamente? ¿Es esta un área en la que tu actitud necesita ajustes? En lugar de mantenerte descontento, hazte voluntario y ofrece ideas. También podrías inscribirte en un programa de certificación que se enfoque en el Ministerio de Alabanza para equiparte de mejor manera para este ministerio dentro de tu congregación. Yo disfruto muchos géneros de música; pero, no todos los géneros me atraen. Ni todos los géneros de música Cristiana se sienten como música sacra para mí.  Debemos recordar que la música en nuestros cultos tiene la intención de glorificar a Dios en lugar de satisfacer nuestras diversas preferencias personales.

Seamos diligentes en nuestro servicio al Rey

No tenemos idea de cuánto tiempo nos queda en esta tierra. Sea que nos queden días o años, seamos diligentes en nuestro servicio al Rey, orando desinteresadamente los unos por los otros, viviendo el evangelio dentro de una comunidad de fe, comprometidos a amarnos los unos a los otros, glorificando al Seño en todo lo que hacemos.

“Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. Y, ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.”

1 Pedro 4:7-11

 

(Originalmente publicado el 9 septiembre del 2015 en Equip Magazine. Republicado con permiso.)

Traducido por Jahzeel Flores-Chávez

Lisa Harp Hinds
Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Lisa Harp Hinds attends the Claremore, OK CoG7 congregation and is an active member of the Oklahoma Conference of the Church of God (Seventh Day). She graduated from Spring Vale Academy (now Spring Vale Christian School), and received a certificate in Biblical Studies from LifeSpring School of Ministry (now Artios Christian College). Lisa serves as the Dean of Administration for Artios, and is involved in the Artios prayer ministry and music ministry in Oklahoma.