5 Razones por Las Cuales Abandoné la Iglesia

5 Razones por Las Cuales Abandoné la Iglesia

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¿Te encuentras preocupado concerniente al número de personas, particularmente jóvenes, quienes ya no asisten a la iglesia? ¿Parece que se marchan en masas? Te haz preguntado, “¿porqué es que esto está sucediendo?”  O, “¿Qué es lo que puedo hacer al respecto?”

No sólo me preocupo, ¡soy una de auqellas que se fue! (Pero, eh regresado. Compartiré más sobre esto en 5 Razones Por las Que Regresé a la Iglesia, la cual se publicará pronto). ¿Ya tengo tu atención?

Razón número 5 por la cual abandoné la iglesia: Sentía que no pertenecía.

¿Alguna vez te haz sentido así? ¿O, alguna vez haz escuchado a algún adolescente o joven gritar esto (o incluso susurrarlo) cuando tratas de hacerlos venir a la iglesia contigo?  En ocaciones, una persona batalla toda su vida para lograr sentir como que pertenecen en algun lugar… a donde sea.  Este es mi caso. Es una mentira que el enemigo me dijo -toda la vida- pero las circumstancias de mi niñez tambien añadieron a ese sentimiento de aislamiento. Viví con pavor de que los demás no me valoraran por quien yo soy. De hecho pensaba que mi familia espiritual consideraba a mi familia sanguinea de menor valor que los demás. (Desde entonces he aprendido de otros que esto es una percepción incorrecta de mi parte. Pero, en ese momento dolia abrumadoramente, lo cual incrementaba mi sensación de aislamiento.)

Razón número 4 por la cual abandoné la iglesia: Yo era soltera.

¿Qué? ¿Realmente dije eso? ¡Sí! Estuve soltera por una gran parte de mi vida y eso definitivamente me hacía diferente a casi todos los demás. Las personas mayores y algunos jóvenes adultos quienes ya estaban casados (y eran mis amigos) me hacían muchas bromas ( y me llamaban “solterona”).  Obvio, la iglesia siempre quiere que sus jóvenes se casen con miembros de la iglesia -o por lo menos con un cristiano de otra iglesia- ¿verdad?  Probablemente. Pero, el desearlo no lo hace posible.

Razón número 3 por la cual abandoné la iglesia: Quería trabajar con los jóveners pero no me lo permitieron porque era soltera.

¿Lo digo en serio? ¡ Absolutamente! Tenía un corazón por los adolescentes después de salir de casa haber trabajado en la preparatoria de mi iglesia (y despues de orar al Señor que llenase mi corazón cona mor para esos adolescentes). Después de regresar a casa, una pareja que había servido en una capacidad similar en su distrito (y quienes también estaban sirviendo en la preparatoria de la iglesia después que yo me fui) me animaron a ser la coordinadora juvenil de mi distrito. Sin embargo, uno de los miembros de la junta distrital me dijo que no era apropiado que yo siguiera soltera a mi edad (durante ese tiempo) y sirviera en esa función.

Razón número 2 por la cual abandoné la iglesia: Ví a personas quienes servían en la iglesia en funciones oficiales quienes tenían valores y estilos de vida cuestionables.

¿Eso no sucede en tu iglesia? ¿Nunca? ¿En serio? Debido a que la gente, no el edificio o los terrenos hacen la iglesia y nosotros no hemos sido perfeccionados aun (Fil. 3:12), nosotros aun debemos lidiar con personas imperfectas en la iglesia. O tal vez prefieres pensar en terminos de nuestras debilidades en lugar de nuestra falta de perfección (2 Cor. 12:9). Tal vez tu nunca haz tropesado (¡alabado sea Dios!), pero yo sí, así que aun estoy trabajando en frenar mi cuerpo entero (Santiago 3:2). Sin embargo, el punto aquí es que a veces los lobos se mezclan con las ovejas y peor aun, llevan a las ovejas por mal camino. Estaba completamente segura de que veía esto suceder en por lo menos un par de niveles de diferente rango y en lugar de hacer algo al respecto, me fui.

Razón número 1 por la cual abandoné la iglesia: Me madre se suicidó.

Piénsalo. Había estado lideando con sentimientos de no pertenecer, me habían dicho que no estaba en  condiciones de servir en una función a la cual Dios me había atraido, ví a personas servir en la iglesia las cuales yo pensaba que definitivamente no debían hacerlo y ahora mi madre había cometido el pecado máximo. ¡Hablemos sobre sentirse aislado!!Obvio, yo también tenía problemas emocionales debido a esto, como les sucede a muchos quienes sobreviven el suicidio de un ser amado. ¡Yo pensé que de alguna manera debía haberlo prevenido! ¡Pensaba que debía haber sido su salvadora! Puse la culpa sobre mí (no sobre Dios), así que batallé y batallé. ¡No era lo suficientemente buena! Si asistía a la iglesia, sería una hipócrita. Me alejé de Dios aun a pesar de que él buzcaba acercarse a mí. Escondí mis pensamientos y sentimientos más profundos de mi familia espiritual, así que nadie sabía lo que pasaba dentro de mi mente y corazón.

¡No soy la única!

¿He dejado a un lado algunas de las razones por las que dejé la iglesia?  Probablemente, pero estas razones sobresalen frente a mi memoria. Quiero que reflexiones en estas razones que he compartido porque puedes apostar a que no soy la única que a lideado con estos problemas. Tal vez no exista alguién más que esté batallando con todas estas 5 razones al mismo tiempo pero los adolescentes y jívenes (incluso los adultos) pueden estar lideando de maneras similares. Dedica más tiempo en oración por tu familia espiritual. Pasa cantidades significativas de tiempo sobre estas situaciones. Reune grupos de oración para orar sobre este asunto. Pide a Dios que revele nombres-o tal vez no nombres, si eso te hace sentir incomodo, pero si razones-sobre las cuales orar. Pídele que intervenga y te utilize para hacer una diferencia en las vidas de aquellos quienes estan batallando. Se sus manos y sus pies. Se su voz. ¡Ve en buzca de alguién que lo necesite hoy!

(Originalmente publicado el 14 de Julio del 2015 en Equip Magazine. Republicado con permiso)

 Traducido por Jahzeel Flores-Chavez

Lisa Harp Hinds
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Lisa Harp Hinds attends the Claremore, OK CoG7 congregation and is an active member of the Oklahoma Conference of the Church of God (Seventh Day). She graduated from Spring Vale Academy (now Spring Vale Christian School), and received a certificate in Biblical Studies from LifeSpring School of Ministry (now Artios Christian College). Lisa serves as the Dean of Administration for Artios, and is involved in the Artios prayer ministry and music ministry in Oklahoma.