Reading Time: 3 minutes«De Cristo os desligasteis, los que por la Ley os justificáis; de la gracia habéis caído.» (Gálatas 5:4) (Todas las citas bíblicas son de la Reina Valera 1995 a menos que se indique alguna otra versión)
Lo intenté. Me esforcé mucho para conseguir los 1.100 puntos. Y fallé. Hace cuarenta años, en la universidad yo era un estudiante mediocre de calificaciones entre B- y C+. Nunca obtuve menos de «C» en ninguna clase, pero obtener una « A » fue una meta muy difícil de alcanzar para mí, excepto en historia o educación física. Ahora, 40 años después, estoy de nuevo en la universidad. El valor temporal del crecimiento y la madurez sin duda juegan un papel cuando tomo cursos universitarios nuevamente. Estoy obteniendo excelentes calificaciones esta vez.
Mi curso universitario más reciente tenía 1,100 puntos posibles para una puntuación perfecta. Con unos días para el final tenía 900 de 900 puntos posibles. Solo necesitaba enviar mi trabajo final, con un valor de 200 puntos. ¿Podría obtener los 200 puntos y arrasar obteniendo 1,100 de 1,100? Escribí mi trabajo con anticipación. Lo releí y edité durante 3 días completos. Lo revisé, lo volví a leer y decidí enviar el trabajo para la calificación final.
No Importa Cuánto Lo Intenté, No Logré Ser Perfecto
Lástima que no posea un segundo par de ojos para identificar mis defectos. Pasé por alto pequeños errores de puntuación y gramática, incluso después de tres días de búsqueda profunda de errores en mi trabajo. Calificación final: 191 de 200. Calificación final del curso: 1,091 de 1,100. No importa cuánto lo intenté, no logré ser perfecto. ¿Estaba tratando de ser «justificado por la ley»?
«Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús…» (Romanos 3:23-24). Todos podemos hacer nuestro mejor esfuerzo para guardar perfectamente la ley de Dios y, sin embargo, todos FRACASAREMOS. Somos salvos SOLAMENTE por Su gracia, Su perdón inmerecido por nuestros pecados de imperfección. Sin Jesús somos simplemente muertos vivientes.
«Así que, por las obras de la ley ningún ser humano será justificada delante de Él, ya que por medio de la ley es el conocimiento del pecado.» (Romanos 3:20). Guardar la ley NO nos salva del final de nuestra vida. Somos los muertos vivientes sin Jesucristo que nos salva GRATUITAMENTE a través de Su maravillosa y asombrosa gracia.
Solo Su Gracia Nos Salva
¡Solo podemos y somos salvos de una muerte eventual por la gracia de Dios! Nada de lo que hagamos por nuestras propias obras nos dará vida inmortal con Jesús. No podemos agregar un segundo a nuestras vidas sin importar cuán bien tratemos de guardar la ley. Sólo Su gracia nos salva.
Sólo Su gracia nos salva. –Mike Wallace Click Para Twittear¿Significa esto que podemos hacer lo que queramos y aun así ser salvos? ¡NO! Considere los siguientes versos: «pues no son los oidores de la Ley los justos ante Dios, sino que los que OBEDECEN la Ley serán justificados.» (Romanos 2:13). «Luego, ¿por la fe invalidamos la Ley? ¡De ninguna manera! Más bien, confirmamos la Ley.» (Romanos 3:31). Guardamos los diez mandamientos para honrar a Dios y tratar a nuestros semejantes con amor y respeto.
El joven sentado en un grupo de personas declaró rotundamente que guardaría la ley y que Jesús lo salvaría y lo recompensaría a Su regreso por lo bien que había guardado la ley. Qué tristeza para esta persona, pasar toda una vida luchando para justificarse ante Dios para salvarse de la muerte. «De Cristo os desligasteis, los que por la Ley os justificáis; de la gracia habéis caído.» (Gálatas 5:4)
Somos Salvos Por Gracia, No Por Obras
Podemos guardar la ley tan cuidadosamente como sea posible; podemos intentar justificarnos a nosotros mismos, pero aun así moriremos: todos hemos sido «destituidos de la gracia.» «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe» (Efesios 2:8-9). La vida para siempre con Jesús es Su regalo para nosotros.
Somos salvos por gracia, no por obras. OBEDECEMOS la ley (Diez Mandamientos) ya que no es invalidada por la gracia. Solo somos salvos por gracia a través de la fe. En mi último curso universitario, traté de arrasar y obtener 1.100 de 1.100. Y fallé. Si hubiera cumplido mi objetivo, no habría agregado ni un segundo a mi vida. Solo somos salvos por Su grandiosa gracia y misericordia.
¡Gracias, Jesús, por tu sacrificio por nosotros! Sin ti y la gracia que nos das, todos somos simplemente muertos vivientes.
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