Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye (1 Samuel 3:10).
Recuerdo haber escuchado una canción cuando era niña, donde Dios llama a Samuel y Samuel responde: “Aquí estoy”. En ese momento, no sabía que la respuesta de Samuel en la canción era la misma que realmente está registrada en la Biblia (vv.4-8). Me imaginé que lo habían cambiado de alguna manera para que fuera apto para niños y una historia fácil de recordar. Al leer 1 Samuel 3 como adulta, me causa mucho asombro toda la historia de la vida de Samuel. Y veo que su respuesta fue real. Él dijo esas palabras cuando escuchó una voz que lo llamaba en la noche.
Nacido porque su madre había suplicado tener un hijo, Samuel fue llevado a vivir con Elí, el sacerdote, cuando era niño. Su madre le había prometido a Dios que haría esto y cumplió su promesa. Ella se lo entregó a Aquel que se lo había dado en primer lugar, liberándolo así de su hogar y cuidado. Samuel ya estaba viviendo una vida muy diferente a la de la mayoría de los niños cuando Dios lo llamó personalmente y le compartió un mensaje.
Esto me hace pensar en cómo respondo yo cuando oigo la voz de Dios o siento Su llamado. ¿Le digo automáticamente que hable y luego me tomo el tiempo para escuchar como hizo Samuel siendo él aun tan joven? ¿O continúo con mi vida, sin prestar realmente atención a lo que Él está compartiendo y sin dar a Sus palabras la oportunidad de penetrar y afectar lo que creo y la forma en que estoy viviendo?
Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él [Elí] dijo: Jehová es; haga lo que bien le pareciere (v. 18).
La respuesta de Elí después de que Samuel compartió el mensaje de Dios con él es algo que debemos tomar en cuenta, así como la respuesta de Samuel a la voz de Dios es importante. Elí sabía que cualquier cosa que Dios dijera, la haría. Él había sido testigo de la obra de Dios antes y comprendió que Dios cumplió Sus promesas. Elí estaba abierto a que Dios hiciera lo que planeaba hacer. Confiaba en que lo que hiciera terminaría siendo lo mejor para él, para Samuel y para su tierra. No iba a luchar contra Dios ni a intentar que actuara de manera diferente.
Cuando Dios habla a nuestras vidas, incluso si lo escuchamos claramente y tratamos de obedecerlo, somos tentados a dudar de Él o discutir con Él. A veces me cuesta creer que Él realmente hará lo que dice, y otras veces quiero que obre de manera diferente a como planea hacerlo.
Sin embargo, Dios sabe que es lo mejor, tanto en los días de Samuel como en los nuestros. Al fin y al cabo, Él tiene el control. Él cumplirá todas Sus promesas y tiene un plan para mi vida. Puedo confiar en Él como lo hizo Elí, escucharlo como lo hizo Samuel y saber que Él cumple Sus promesas y es rey. Lo que Dios dice se cumple, y eso es lo mejor.
Emily Acker has written for The Secret Place, Unlocked, Keys for Kids, Vibrant Life, and LIVE. She lives in Plover, WI.