Si leíste “5 Razones Por Las Cuales Abandoné La Iglesia”, sabrás que, sí, yo fui una de “esas” quienes se habían ido de la iglesia por una combinación de razones.! ¡Pero, regresé! ¿Te preguntas por qué? ¿Te preguntas si algunas de las personas que se han ido de tu iglesia regresarán? ¿Te preguntas que puedes hacer para ayudarles?
Razón número 5 por la que regresé a la iglesia: Alguien estuvo orando por mí.
! ¡Esto es tremendo, gente! 1era de Juan 5:14-16 nos dice, no solo podemos tener confianza en acercarnos a Dios para pedir cualquier cosa dentro de su voluntad, si no que debemos orar por nuestros hermanos y hermanas en el Señor quienes han pecado, para que Dios les sane y les de vida! Me di cuenta de que hay personas quienes me amaban lo suficiente para orar por mí y estoy tan agradecida. De otra manera, yo no me encontraría en donde estoy hoy espiritualmente.
Razón número 4 por la que regresé a la iglesia: Dios perdonó mi deambular y me llamó de vuelta.
Probablemente estás familiarizado con el hijo pródigo en Lucas 15; yo recordé esta historia cuando mi corazón empezó a ablandarse nuevamente. También me di cuenta de la verdad en Miqueas 7:18: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.” ¡Alabado sea Dios por Su misericordia y amor!
Razón número 3 por la que regresé a la iglesia: Me arrepentí de haberle dado la espalda a Dios.
La razón natural que debe seguir a la razón número 4 es mi reacción al perdón de Dios- ¡yo me arrepentí! Nuestros corazones deben ser preparados para arrepentirse a través de la oración de otros y el perdón de Dios. Realmente creo esto: Debemos ser constantes en nuestras oraciones entre nosotros. Esta vida es lo suficiente difícil con el amor y ayuda de nuestros hermanos en Cristo, pero, sin el otro ¿qué tipo de vida tenemos? Una vida bonita no deja te cuento, y habló por experiencia personal. ¡Alguien se encuentra allá afuera en estos momentos -en este mundo sin corazón- necesitando tus oraciones para volverse a Dios! Santiago 5:13-16 nos dice que oremos los unos por los otros, y es grandioso cuando podemos unirnos en alabanza y oración, pero, te insto a orar también por aquellos que faltan.
Razón número 2 por la que regresé a la iglesia: Me volví más sabia, aprendiendo que otros también se equivocan.
Mmmm… ¿otras personas cometen errores? ¿Qué?! ¡Claro, todos cometemos errores! Tal vez no seas testigo de ello y ellos no lo admitan, pero, todos somos culpables de pecado (por eso la necesidad de un Salvador) y ya que permanecemos en nuestros cuerpos humanos y en un mundo caído, tenemos la capacidad de cometer errores. Y, sin embargo, Dios perdona. Si aquel que es Santo puede perdonar a las personas, entonces nosotros también debemos perdonar (Marcos 11:25 y Mateo 6:14).
Razón número 1 por la que regresé a la iglesia: Decidí perdonar a otros y a mí misma.
Todo se reduce a esto: Eres humano y has cometido errores; los demás son humanos y han cometido errores. Dios perdona; nosotros debemos perdonarnos a nosotros y a otros. Sin perdón, ¿Hay amor de verdad? 1era Juan 3:16-18 habla sobre el tipo de amor que debemos tener por nuestros hermanos en Cristo, así que sugiero que, si estamos dispuestos a dar nuestras vidas los unos por los otros y amarnos los unos a los otros con nuestras acciones, entonces seguramente el orar los unos por los otros es la piedra angular de amarnos los unos a los otros. Y no olviden la parábola de los dos deudores en Lucas 7:41-48-a aquel a quien se le ha perdonado la deuda más grande ama a Dios más. No despreciemos a los que han pecado y han dejado atrás la vida cristiana; mejor, oremos constantemente por ellos, recordando que cuando regresen a Cristo, ellos le amarán aun más de lo que lo hicieron antes.
(Originalmente publicado en el 2015 en Equip Magazine. Republicado con permiso)
Traducido por Jahzeel Flores-Chávez
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