El G\u00e9nesis y el Apocalipsis son algo m\u00e1s que meros sujetalibros de la Biblia. \u00a1Su correlaci\u00f3n es fascinante.<\/p>\n
Uno nos cuenta c\u00f3mo empez\u00f3 todo; el otro, c\u00f3mo acabar\u00e1 todo. El huerto con el \u00e1rbol prohibido corresponde a la ciudad con el \u00e1rbol en su centro, cuyas hojas son para sanidad de las naciones.<\/p>\n
\u00a1Las naciones necesitan sanidad debido a la entrada del pecado en G\u00e9nesis, que ahora es revertida por el destierro del pecado en Apocalipsis! Esto se celebra en la cena de bodas del Cordero (19:9), lo cual se remonta a la boda en el huerto (G\u00e9nesis 2:22, 23).<\/p>\n
Estas observaciones nos ayudan a comprender mejor de qu\u00e9 trata el resto de la Biblia. Las mentes creativas han reunido tres palabras que captan sucintamente lo que hay en la Biblia: creaci\u00f3n, conflicto<\/em> y pacto<\/em>.<\/p>\n Las tres palabras aparecen temprano en el G\u00e9nesis. En los dos primeros cap\u00edtulos, Dios crea el mundo y todo lo que hay en \u00e9l. Luego surge el conflicto en el cap\u00edtulo 3 con la entrada del pecado en el mundo, seguido del pacto que Dios hizo para herir un d\u00eda la cabeza de Satan\u00e1s por medio de la semilla de la mujer (v.\u202f15).<\/p>\n Comienza as\u00ed lo que suele llamarse \u201cel drama de la redenci\u00f3n\u201d, la incesante b\u00fasqueda de la humanidad perdida por parte de Dios, que conduce a la cruz de Cristo y a la promesa a\u00fan por cumplir de una creaci\u00f3n renovada. En el centro de este drama est\u00e1n los pactos que Dios hace y rehace a lo largo de la historia b\u00edblica.<\/p>\n Primero, est\u00e1 el pacto Ad\u00e1mico, hecho en dos partes: una antes de la Ca\u00edda (a veces denominada pacto ed\u00e9nico) y la otra despu\u00e9s.<\/p>\n El primero establece los t\u00e9rminos y condiciones de la existencia de Ad\u00e1n en el jard\u00edn. Teniendo la imagen de Dios, debe tener dominio sobre todo lo que Dios cre\u00f3 y ser fruct\u00edfero, multiplicarse y llenar la tierra (1:26-30; 2:16, 17). El \u00faltimo aborda la existencia de Ad\u00e1n fuera del huerto, incluidas las consecuencias del pecado y la promesa de Dios de traer alg\u00fan d\u00eda la redenci\u00f3n (3:16-19).<\/p>\n Pero la influencia corruptora del pecado requiere el gran Diluvio. Despu\u00e9s de esto, Dios establece un pacto con No\u00e9 en el que renueva las bendiciones de la creaci\u00f3n y promete la preservaci\u00f3n de la tierra (sus tiempos\/estaciones), emitiendo a No\u00e9 el mismo encargo que le dio a Ad\u00e1n (9:1-17).<\/p>\n Pero el problema del pecado persiste despu\u00e9s del Diluvio, hasta el punto de que en G\u00e9nesis 11 hay una rebeli\u00f3n abierta contra Dios en la torre de Babel. Entonces Dios hace un pacto con un hombre llamado Abram (m\u00e1s tarde rebautizado como Abraham), mediante el cual todas las naciones de la tierra ser\u00e1n bendecidas. Conocido como el pacto Abrah\u00e1mico, se expande hasta la creaci\u00f3n de una nueva naci\u00f3n y su posesi\u00f3n de la tierra de Cana\u00e1n (cap\u00edtulo 12).<\/p>\n Es en la relaci\u00f3n de Dios con Abraham donde el concepto de pacto adquiere un significado adicional. Dios usa sacrificios animales para ilustrar v\u00edvidamente la certeza (inmutabilidad) de Su compromiso (cap\u00edtulo 15). De esta ilustraci\u00f3n se deriva el t\u00e9rmino hacer pacto, que el autor de Hebreos describe como \u201cun juramento\u201d (Hebreos 6:17).<\/p>\n El pacto Abrah\u00e1mico pasa a Isaac y luego a Jacob. La promesa de Dios de hacer una nueva naci\u00f3n a partir de los descendientes de Abraham finalmente se cumple mediante los doce hijos de Jacob, quienes llegan a ser jefes de las doce tribus de Israel.<\/p>\n Dios cumple Su promesa a la naci\u00f3n y finalmente saca a los israelitas de Egipto y establece un pacto con ellos en el Sina\u00ed. Conocido como el pacto Mosaico, sus elaborados detalles se proporcionan en \u00c9xodo 19-24. All\u00ed incluye su art\u00edculo central, el Dec\u00e1logo (o Diez Mandamientos), destinado a gobernar y dar forma a la nueva naci\u00f3n en anticipaci\u00f3n de su entrada a la Tierra Prometida.<\/p>\n A lo largo de la larga historia de Josu\u00e9 y Jueces, el pacto fluye y refluye, aparentemente perdido en ocasiones, hasta que resurge durante el reinado de David como rey de Israel. Dios hace un pacto con David, la culminaci\u00f3n de los pactos anteriores, estableciendo el reino de Israel con una ciudad, un templo y un trono para siempre (2\u202fSamuel 7).<\/p>\n Es en relaci\u00f3n con este pacto que la promesa mesi\u00e1nica se hace plenamente visible. Se encuentran referencias espec\u00edficas a lo largo de los Profetas y los Salmos, y se citan en el Nuevo Testamento. El Salmo 89:3, 4, citado en Hechos 2:30, es un buen ejemplo: \u201cHice pacto con mi escogido; jur\u00e9 a David mi siervo, diciendo: \u2018Para siempre confirmar\u00e9 tu descendencia, y edificar\u00e9 tu trono por todas las generaciones\u2019\u201d.<\/p>\n Pero los pactos que se encuentran a lo largo de las Escrituras est\u00e1n interrelacionados, y el pacto Mosaico obliga a la naci\u00f3n a un juramento de fidelidad a Dios. Este es un buen lugar para se\u00f1alar que algunos pactos son incondicionales, mientras que otros son claramente condicionales: ofrecen bendiciones por la obediencia, algo que Israel lamentablemente no hace.<\/p>\n Dios, en misericordia y amor, promete hacer un nuevo pacto con ellos. Mois\u00e9s aludi\u00f3 a esto en su discurso final a la naci\u00f3n, hablando de un tiempo en el que Dios le dar\u00eda a su pueblo \u201cun coraz\u00f3n para entender\u201d (Deuteronomio 29:4).<\/p>\n El profeta Jerem\u00edas lo expresa en t\u00e9rminos espec\u00edficos:<\/p>\n \u201cHe aqu\u00ed vienen d\u00edas, dice Jehov\u00e1, en los cuales har\u00e9 nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Jud\u00e1.\u202f.\u202f. Pero este es el pacto que har\u00e9 con la casa de Israel despu\u00e9s de aquellos d\u00edas, dice Jehov\u00e1; Dar\u00e9 mi ley en su mente, y la escribir\u00e9 en su coraz\u00f3n; y yo ser\u00e9 a ellos por Dios, y ellos me ser\u00e1n por pueblo (31:31, 33).<\/p>\n Esta es una promesa de hacer por Israel lo que la ley Mosaica no pudo (Romanos 3:20; Hebreos 9:9-15). Al resaltar los beneficios del nuevo pacto, Ezequiel enumera, entre otros elementos, un coraz\u00f3n nuevo, el Esp\u00edritu Santo que mora en nosotros y la capacidad para la verdadera santidad (36:26, 27).<\/p>\n Esto se realizar\u00e1 a trav\u00e9s de Jes\u00fas, \u201cel Mediador de un mejor pacto\u201d establecido sobre mejores promesas (Hebreos 8:6). Seg\u00fan un autor, esto hace posible una nueva identidad, una nueva disposici\u00f3n y un nuevo poder para el pueblo de Dios.<\/p>\n As\u00ed fue que durante Su \u00daltima Cena con los disc\u00edpulos, Jes\u00fas declar\u00f3: \u201cEsta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama\u201d (Lucas 22:20).<\/p>\n Al d\u00eda siguiente, Jes\u00fas ratific\u00f3 ese pacto con Su propia sangre en la cruz como el tan esperado cordero sacrificial. Por Su resurrecci\u00f3n, ascensi\u00f3n y el nacimiento de la iglesia en Pentecost\u00e9s, se libera un nuevo poder en las vidas de hombres y mujeres comunes y corrientes de una manera que aturde a los espectadores y evoca escepticismo.<\/p>\n Al ofrecer claridad, Pedro los remite a la profec\u00eda del Antiguo Testamento sobre el derramamiento del Esp\u00edritu Santo (Hechos 2:14-21). En resumen, \u00a1los eventos sobrenaturales que est\u00e1 presenciando hoy en d\u00eda son el cumplimiento de la promesa del pacto que Dios hizo a Su pueblo hace miles de a\u00f1os!<\/p>\n Servimos a un Dios que cumple Sus promesas: \u201cPorque todas las promesas de Dios son en \u00e9l S\u00ed, y en \u00e9l am\u00e9n\u201d, dice Pablo en 2\u202fCorintios 1:20. Por lo tanto, se deduce que el hilo dorado de la fidelidad del pacto de Dios va desde G\u00e9nesis hasta el Apocalipsis, manteniendo unida a la Biblia.<\/p>\n Muy cerca est\u00e1 el hilo de la creaci\u00f3n, porque en el drama de la redenci\u00f3n, las acciones de Dios como Creador est\u00e1n estrechamente vinculadas con Sus acciones como Guardi\u00e1n del Pacto.<\/p>\n Por lo tanto, no sorprende que estos dos elementos sean centrales cuando la adoraci\u00f3n al cielo comienza en el Apocalipsis. En el cap\u00edtulo 4, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos adoran a Dios como Creador de todas las cosas: \u201cSe\u00f1or, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque t\u00fa creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron\u201d (v. 11).<\/p>\n Luego adoran al Cordero en el cap\u00edtulo 5:<\/p>\n Y cantaban un nuevo c\u00e1ntico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque t\u00fa fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y naci\u00f3n;\u00a0y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,\u00a0y reinaremos sobre la tierra (vv.\u202f9, 10).<\/p>\n Este es un buen lugar para subrayar que Jes\u00fas es el mediador del nuevo pacto y que a trav\u00e9s de \u00c9l Dios cre\u00f3 el universo (Hebreos 1:1, 2). Este tambi\u00e9n es un buen lugar para observar que Dios no ha abandonado Su creaci\u00f3n. A pesar del quebrantamiento de nuestro mundo, marcado por agitaciones sociales y pol\u00edticas y el dolor y el trauma de la guerra, la promesa de Dios de una tierra renovada, que heredar\u00e1n los mansos, sigue vigente (Salmo 37:11). \u00c9l es el Dios fiel \u201cque guarda el pacto y la misericordia por mil generaciones\u201d (Deuteronomio 7:9).<\/p>\n As\u00ed que escuchamos con alegr\u00eda el llamado a la adoraci\u00f3n en el primer verso del himno cl\u00e1sico del siglo XVII:<\/p>\n \u00a1Alabado sea el Se\u00f1or, Todopoderoso, Rey de la creaci\u00f3n!<\/p>\n \u00a1Alma m\u00eda, al\u00e1balo, porque \u00e9l es tu salud y salvaci\u00f3n!<\/p>\n Venid todos los que o\u00eds; ahora a su templo acercaos,<\/p>\n \u00danete a m\u00ed en alegre adoraci\u00f3n.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" El G\u00e9nesis y el Apocalipsis son algo m\u00e1s que meros sujetalibros de la Biblia. \u00a1Su correlaci\u00f3n es fascinante. 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Pactos Abrah\u00e1mico, Mosaico y Dav\u00eddico<\/h2>\n
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