{"id":30056,"date":"2023-07-21T00:00:55","date_gmt":"2023-07-21T06:00:55","guid":{"rendered":"https:\/\/baonline.cog7engage.net\/arrepientase-y-crea\/"},"modified":"2023-08-29T11:42:33","modified_gmt":"2023-08-29T17:42:33","slug":"arrepientase-y-crea","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/baonline.cog7engage.net\/es\/arrepientase-y-crea\/","title":{"rendered":"Arrepi\u00e9ntase y Crea"},"content":{"rendered":"
Un proverbio Cherokee habla de un abuelo que ense\u00f1a a su nieto los caminos de la vida: \u201cDentro de m\u00ed se libra una terrible lucha entre dos lobos. Un lobo est\u00e1 lleno de orgullo, codicia, violencia y odio. El otro est\u00e1 lleno de humildad, paz, esperanza y amor. Estos dos lobos luchan por mi esp\u00edritu\u201d.<\/p>\n
El ni\u00f1o busca ansiosamente los ojos de su abuelo y pregunta: \u201c\u00bfQu\u00e9 lobo gana?\u201d.<\/p>\n
Su abuelo responde: \u201cEl que yo alimento\u201d.<\/p>\n
La Biblia describe una batalla similar a la que todos nos enfrentamos. La encontramos en Romanos 7:18-24:<\/p>\n
Y yo s\u00e9 que en m\u00ed, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien est\u00e1 en m\u00ed, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en m\u00ed. As\u00ed que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal est\u00e1 en m\u00ed. Porque seg\u00fan el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que est\u00e1 en mis miembros. \u00a1Miserable de m\u00ed! \u00bfqui\u00e9n me librar\u00e1 de este cuerpo de muerte?<\/p>\n
El pecado es un capataz cruel. Despierta malos deseos que se hacen m\u00e1s fuertes cuanto m\u00e1s los alimentamos. Cuanto m\u00e1s tiempo lo hacemos, m\u00e1s insensible se vuelve nuestro coraz\u00f3n. Algunas personas se han degradado durante tanto tiempo que se han vuelto inhumanas (2\u202fPedro 2:12). Sus corazones se han vuelto fr\u00edos y oscuros, y el deseo de lo que es correcto ya no habita en ellos. Al igual que con Sodoma, no queda esperanza de que estas personas descarriadas se vuelvan del pecado a Dios.<\/p>\n
Aunque la mayor\u00eda de nosotros no hemos extinguido por completo el deseo de hacer lo correcto que Dios nos ha dado, nos encontramos con que nos falta el poder para vencer nuestros malos deseos cuando somos tentados, aunque sabemos que nuestros pecados nos condenar\u00e1n. Este problema nos lleva a la pregunta que a menudo nos hacemos: \u201c\u00bfQu\u00e9 debo hacer para ser salvo?\u201d.<\/p>\n
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Dos religiones<\/p>\n
Responder a esta pregunta representa un reto en nuestra sociedad pluralista. En su serm\u00f3n en v\u00eddeo La Singularidad del Cristianismo, J. B. Nicholson recuerda la historia de un predicador de calle que se enfrent\u00f3 a un transe\u00fante: \u201cUstedes los cristianos son arrogantes porque piensan que su camino es el \u00fanico camino hacia Dios. Hay miles de religiones en el mundo y muchos caminos hacia Dios\u201d.<\/p>\n
A esto, el predicador dijo: \u201cSe\u00f1or, s\u00f3lo hay dos religiones en el mundo, no miles. La primera dice que el hombre se salva a s\u00ed mismo, y la segunda dice que el hombre necesita un Salvador. S\u00f3lo el cristianismo es esa segunda religi\u00f3n\u201d (par\u00e1frasis m\u00eda).<\/p>\n
Los que creen que nosotros nos salvamos a nosotros mismos creen que Dios salva a los buenos y condena a los malos. Para ser una buena persona, nuestras buenas acciones deben superar a las malas. En otras palabras, eres una buena persona si solo eres malo menos de la mitad de las veces. Como es una norma f\u00e1cil de cumplir, la mayor\u00eda de la gente se siente segura de su propia rectitud. Tambi\u00e9n sienten bondad en su interior por su deseo de hacer el bien, aunque a menudo elijan hacer lo contrario.<\/p>\n
Pero \u00bfc\u00f3mo pueden las personas considerarse buenas si eligen conscientemente en contra de estos buenos deseos? Puesto que a menudo los anulamos, \u00bfno es m\u00e1s probable que los deseos rectos provengan de Dios, mientras que las elecciones provengan de nosotros? As\u00ed pues, las personas deber\u00edan juzgarse a s\u00ed mismas, no por sus deseos, sino por el lobo que deciden alimentar.<\/p>\n
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Dos pasos<\/p>\n
Jes\u00fas dijo: \u201cNadie es bueno sino solo Dios\u201d (Lucas 18:19). Dios es perfecto y Su est\u00e1ndar de justicia es la perfecci\u00f3n. As\u00ed que para ser salvo, debe ser perfecto. Pero esto no puede suceder. Todo pecado es rebeli\u00f3n contra Dios, y un solo pecado es suficiente para condenarnos. S\u00f3lo el cristianismo acepta esta realidad aterradora de la Palabra de Dios. Todos hemos anulado el deseo de hacer el bien y hemos elegido hacer el mal, sellando nuestro destino. Una vez ca\u00eddos, no podemos hacer nada para salvarnos. Por eso necesitamos un Salvador. Cualquier esperanza para nosotros debe venir de Dios mismo, porque s\u00f3lo Dios es bueno.<\/p>\n
Dios nos ama, no porque seamos buenos, sino porque \u00c9l es bueno. En Su gran amor por la humanidad, Dios envi\u00f3 a Su Hijo para que todos los que creen en \u00c9l se salven. Todos los que ponen su fe en Jes\u00fas son declarados justos por Dios. Esto se llama justificaci\u00f3n.<\/p>\n
Aquellos justificados nacen de nuevo con una nueva naturaleza y se les da la responsabilidad de hacer morir la vieja naturaleza. A medida que elegimos permanecer en Cristo, Su Esp\u00edritu Santo nos capacita para vivir vidas santas. Este proceso de crecimiento en la gracia y la verdad de Dios, por el poder de Su Esp\u00edritu, se llama santificaci\u00f3n.<\/p>\n
En pocas palabras, la salvaci\u00f3n es un proceso de dos pasos: Primero somos declarados justos a trav\u00e9s de nuestra fe en Jes\u00fas (justificaci\u00f3n), luego el Esp\u00edritu Santo nos capacita para crecer en justicia a trav\u00e9s de nuestra fidelidad a Jes\u00fas (santificaci\u00f3n).<\/p>\n
Cuando decidimos seguir a Cristo y madurar en nuestra fe, Satan\u00e1s no se queda de brazos cruzados. Como buen conocedor de la naturaleza humana, es un maestro del enga\u00f1o, a menudo disfrazado de \u00e1ngel de luz. La Biblia se refiere a Satan\u00e1s como un le\u00f3n rugiente que busca a los que puede devorar. Atrae a sus v\u00edctimas con la misma mentira que utiliz\u00f3 desde el principio con Eva de que podemos convertirnos en nuestros propios dioses. Ofrece a la humanidad falsas esperanzas y falsa seguridad con religiones falsas que sustituyen la relaci\u00f3n con Cristo por rituales, sacrificios y espiritualidad.<\/p>\n
Satan\u00e1s invierte sutilmente el orden de dos pasos de la justificaci\u00f3n y la santificaci\u00f3n. Consigue que la gente crea err\u00f3neamente que primero deben santificarse a s\u00ed mismos para poder justificarse ante Dios como seres independientes y auto justificados, como sus propios dioses. Es en vano intentar alcanzar la inmortalidad mientras se mantiene la propia independencia de Dios. En el cristianismo, tanto el poder de salvar como el de santificar provienen \u00fanicamente de Dios a trav\u00e9s de Jes\u00fas y del Esp\u00edritu Santo. Dependemos plenamente de \u00c9l y confiamos en Su bondad. Dios comparte Su naturaleza divina inmortal con nosotros cuando aceptamos Su oferta de pacto de convertirnos en Sus hijos.<\/p>\n
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Dos destinos<\/p>\n
Todos queremos ser cambiados. Estamos ansiosos por mejorar y a menudo pagamos a personas para que nos ayuden a desarrollar h\u00e1bitos saludables. Sin embargo, cuando se trata de nuestra naturaleza, la mayor\u00eda de la gente se conforma con ser humana. Queremos continuar con el estilo de vida al que nos hemos vuelto adictos. Confiamos en nuestra propia justicia para asegurarnos de que podemos seguir siendo como somos.<\/p>\n
Dios nos ha dado una advertencia en el ejemplo de Israel. Durante generaciones, los jud\u00edos anhelaron la venida del Mes\u00edas. Eran el pueblo elegido de Dios, y toda su vida giraba en torno a su religi\u00f3n. Veneraban la ley de Dios y adoraban cada s\u00e1bado en sus sinagogas, pero tambi\u00e9n permit\u00edan que el pecado habitara en sus vidas. Cuando Jes\u00fas vino, los jud\u00edos se sintieron ofendidos por Su mensaje de arrepentimiento de pecados y de volverse a \u00c9l con fe. En sus mentes, los gentiles, no los jud\u00edos, eran injustos. En cuanto a su condici\u00f3n espiritual, Jes\u00fas cit\u00f3 a Isa\u00edas: \u201cEste pueblo me honra con los labios, pero su coraz\u00f3n est\u00e1 lejos de m\u00ed\u201d (Mateo 15:8).<\/p>\n
Jes\u00fas cur\u00f3 a ciegos, sordos, leprosos y lisiados, e incluso resucit\u00f3 a muertos. Muchos se preguntaban si Jes\u00fas era el Mes\u00edas, hasta que se enfrentaron a la disyuntiva de creer en \u00c9l o en sus l\u00edderes religiosos. Unos pocos depositaron su fe en Jes\u00fas, pero la mayor\u00eda se sinti\u00f3 m\u00e1s segura permaneciendo con sus l\u00edderes, ciegos a su corrupci\u00f3n y justicia propia. Jes\u00fas amaba a Su pueblo y lamentaba su decisi\u00f3n de rechazarle:<\/p>\n
\u00a1Jerusal\u00e9n, Jerusal\u00e9n, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! \u00a1Cu\u00e1ntas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!\u00a0He aqu\u00ed, vuestra casa os es dejada desierta (Lucas 13:34, 35, RVR 1960).<\/p>\n
En lugar de arrepentirse de sus pecados, los israelitas crucificaron al Hijo de Dios con estas aterradoras palabras: \u201c\u00a1Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!\u201d (Mateo 27:25). As\u00ed de ciegos, sordos, duros de coraz\u00f3n y santurrones pueden volvernos nuestros pecados cuando alimentamos al lobo equivocado durante demasiado tiempo.<\/p>\n
Como los jud\u00edos antes de nosotros, tenemos que elegir entre dos destinos eternos. Podemos permanecer inm\u00f3viles, sin cambiar y sin ser redimidos por el amor de Dios y la sangre de Cristo, o podemos pedirle a Dios que cambie nuestra naturaleza apart\u00e1ndonos de nuestros pecados y volvi\u00e9ndonos a Jes\u00fas.<\/p>\n
La religi\u00f3n y los rituales no sustituyen a una relaci\u00f3n. Dios es un Dios personal. Al enviar a Su Hijo para salvarnos de nuestros pecados, Dios ha demostrado que nos ama incondicionalmente. Por lo tanto, la pregunta que debemos hacernos es a qu\u00e9 lobo alimentaremos. \u00bfNos arrepentiremos y creeremos o seguiremos nuestro propio camino?<\/p>\n
Nuestra respuesta determinar\u00e1 nuestro destino.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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