\u00bfEl pecado de Ad\u00e1n hizo que dejara de ser \u201chijo de Dios\u201d y, por lo tanto, todos sus descendientes tambi\u00e9n?<\/b><\/p>\n
En una palabra, no. Pero no es la \u00fanica palabra sobre el tema. Al haber sido creados por Dios, el primer Ad\u00e1n y sus descendientes son llamados correctamente descendientes de Dios (Hechos 17:28). El pecado de Ad\u00e1n le hizo perder su relaci\u00f3n plena e \u00edntima con su Padre Creador. Se necesitar\u00eda al Unig\u00e9nito y \u00faltimo Ad\u00e1n, Jes\u00fas, para restaurar la filiaci\u00f3n que se hab\u00eda perdido (Juan 3:16; 1\u202fCorintios 15:45).<\/p>\n
Para tener claro este tema, primero tenemos que entender mejor la paternidad de Dios. Luego necesitamos reconocer que el plan de Dios incluye todos los pasos necesarios para alcanzar Su voluntad deseada de una relaci\u00f3n \u00edntima con Su creaci\u00f3n.<\/p>\n
El primer punto es el m\u00e1s obvio: Dios era el Padre de Ad\u00e1n. Ad\u00e1n no proced\u00eda de ning\u00fan ser humano, sino directamente de Dios mismo, el Creador de los cielos y de la tierra. Dios es el Padre de todo lo que existe, un testimonio de Su naturaleza e identidad eternas (Isa\u00edas 63:16; Malaqu\u00edas 2:10). Pero la naturaleza temporal del primer Ad\u00e1n y de sus descendientes contrasta con la naturaleza eterna del \u00faltimo Ad\u00e1n y de los \u201chijos de Dios\u201d creados por \u00c9l. El primer Ad\u00e1n, al tener el aliento de vida, es un reflejo del Dios verdadero y, por tanto, un hijo de Dios. Sin embargo, el reflejo no debe compararse ni confundirse con lo que causa el reflejo.<\/p>\n
Esto nos da una idea de que hemos sido creados a imagen de Dios (G\u00e9nesis 1:26, 27). Es, en cierto modo, el reflejo del Dios Padre. Pero el \u00faltimo Ad\u00e1n como Hijo de Dios es diferente: es desde la eternidad (Hebreos 8:1-5; 9:23, 24).<\/p>\n
El pecado de Ad\u00e1n le cost\u00f3 su condici\u00f3n privilegiada de hijo de Dios. Cambi\u00f3 el Esp\u00edritu de Dios por \u201cel esp\u00edritu que ahora opera en los hijos de desobediencia\u201d (Efesios 2:2). Mediante el pecado voluntario, Ad\u00e1n perdi\u00f3 su relaci\u00f3n con su verdadero Padre, y el diablo se convirti\u00f3 en su padre (Juan 8:44; 1\u202fJuan 3:8). Esta devastaci\u00f3n no s\u00f3lo afect\u00f3 a Ad\u00e1n, sino tambi\u00e9n a su descendencia como representante de la humanidad.<\/p>\n
Sin embargo, el plan de salvaci\u00f3n de Dios es anterior a la creaci\u00f3n del mundo (1\u202fPedro 1:19, 20). Los elementos de la salvaci\u00f3n de Dios implicaban la encarnaci\u00f3n del Hijo eterno de Dios para convertirse en el \u00faltimo Ad\u00e1n, el nuevo representante de la humanidad. Sobre todo, as\u00ed como el Hijo eterno de Dios proporcion\u00f3 la base para que el primer Ad\u00e1n fuera hijo de Dios, el Hijo de Dios encarnado proporciona la base para que los que creen en \u00c9l se conviertan en \u201chijos de Dios\u201d (G\u00e1latas 3:26-4:6).<\/p>\n
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de var\u00f3n, sino de Dios (Juan 1:12, 13).<\/p>\n
Este nacimiento no es de progenie f\u00edsica, sino del Esp\u00edritu Santo, como Jes\u00fas le dijo a Nicodemo (Juan 3:1-16). Tambi\u00e9n se denomina adopci\u00f3n (Romanos 8:15; G\u00e1latas 4:5; Efesios 1:5). As\u00ed, nacidos o adoptados, estamos siendo \u201cconformados a la imagen de Su Hijo\u201d (Romanos 8:29).<\/p>\n
La maravilla de la majestad de Dios es incomparable. Adoramos por muchas razones, pero Su misericordia al redimir a los hijos, que primero abandonaron su relaci\u00f3n con su Padre, nos motiva a adorar a Dios en vista de Su misericordia al hacernos Sus hijos de nuevo (Romanos 12:1).<\/p>\n
\u2014 Anciano Chip Hinds<\/i>Este nacimiento no es de progenie f\u00edsica, sino del Esp\u00edritu Santo, como Jes\u00fas le dijo a Nicodemo (Juan 3:1-16). Tambi\u00e9n se denomina adopci\u00f3n (Romanos 8:15; G\u00e1latas 4:5; Efesios 1:5). As\u00ed, nacidos o adoptados, estamos siendo \u201cconformados a la imagen de Su Hijo\u201d (Romanos 8:29).<\/p>\n
La maravilla de la majestad de Dios es incomparable. Adoramos por muchas razones, pero Su misericordia al redimir a los hijos, que primero abandonaron su relaci\u00f3n con su Padre, nos motiva a adorar a Dios en vista de Su misericordia al hacernos Sus hijos de nuevo (Romanos 12:1).<\/p>\n
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