Me encanta contar la historia; es agradable repetirla pareciera que cada vez que la cuento m\u00e1s maravillosamente dulce es .\u202f.\u202f. .
\nMe encanta contar la historia; porque aquellos que la conocen mejor parecen hambrientos y sedientos de escucharla como los dem\u00e1s.
\nY cuando, en escenas de gloria cante la nueva, nueva canci\u00f3n, ser\u00e1 la antigua, antigua historia, que tanto he amado yo. \u2014 \u201cMe encanta contar la historia\u201d<\/p>\n
Este himno que es uno de los favorito estiliza el evangelio como \u201cgrato es contar la historia\u201d. Un mensaje descrito como \u201cprecioso cada vez\u201d que merece ser contado una y otra vez.<\/p>\n
\u00bfEn qu\u00e9 consiste exactamente esta historia del evangelio? Hay muchas maneras de responder a esta pregunta. Se han escrito innumerables libros, se han cantado cantos y se han predicado sermones sobre el tema a lo largo de miles de a\u00f1os. En resumen, el evangelio es la buena noticia de Jes\u00fas, y es una noticia arraigada en la esperanza.<\/p>\n
La esperanza nos motiva a seguir apoyando a ese equipo que nunca parece hacer nada m\u00e1s que perder. Nos impulsa a seguir adelante cuando el tanque de gasolina est\u00e1 vac\u00edo. Esperamos algo bueno cuando abrimos ese regalo envuelto. Y lo que es m\u00e1s importante, la esperanza es a lo que nos aferramos cuando un ser querido est\u00e1 enfermo o va por el camino equivocado. Una proposici\u00f3n de matrimonio se basa en la esperanza: que el hombre lo pida y que la mujer diga que s\u00ed.<\/p>\n
Sean cuales sean las circunstancias, en cuestiones de esperanza, nuestros corazones y mentes se inclinan hacia adelante, anhelando la consumaci\u00f3n de un deseo. En el evangelio, nuestra esperanza encuentra su deseo m\u00e1s profundo, su consumaci\u00f3n m\u00e1s completa y su verdadera alma gemela, en nuestra reuni\u00f3n final con nuestro Creador a trav\u00e9s de Jesucristo. Ninguna otra cosa nos dar\u00e1 m\u00e1s<\/p>\n
satisfacci\u00f3n como estar un d\u00eda en la presencia de Dios, con toda la creaci\u00f3n perfeccionada igual que nosotros. Nuestra esperanza est\u00e1 impulsada hacia Dios de la misma manera que todos los ejemplos anteriores: Esperamos lo que no vemos.<\/p>\n
Hemos probado una peque\u00f1a medida de los resultados de la esperanza en esta vida, y las ganancias que vendr\u00e1n valen la pena la inversi\u00f3n continua de ella ahora.<\/p>\n
Encontramos ejemplos b\u00edblicos de esta verdad. El ap\u00f3stol Pablo enfrent\u00f3 la muerte de su cuerpo mortal por ejecuci\u00f3n por el delito de ser cristiano. Pero \u00e9l sab\u00eda lo que le esperaba y en eso ten\u00eda puesta su esperanza.<\/p>\n
Encontramos ejemplos b\u00edblicos de esta verdad.<\/p>\n
Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida est\u00e1 cercano.\u00a0He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.\u00a0\u00a0<\/sup><\/strong>Por lo dem\u00e1s, me est\u00e1 guardada la corona de justicia, la cual me dar\u00e1 el Se\u00f1or, juez justo, en aquel d\u00eda; y no solo a m\u00ed, sino tambi\u00e9n a todos los que aman su venida (2\u202fTimoteo 4:6-8). \u00a0<\/sup><\/strong><\/p>\n La esperanza que Pablo ten\u00eda le concedi\u00f3 la paz que quiz\u00e1s otros en las mismas circunstancias estar\u00edan sufrieran por el miedo. El Dios que \u00e9l conoc\u00eda, el Dios que hab\u00eda visto y con el que hab\u00eda caminado, lo esperaba al otro lado ahora que estaba pr\u00f3ximo a morir. La esperanza de Pablo no era un mero deseo sino un hecho seguro. Su deseo era estar con Dios porque hab\u00eda experimentado vislumbres de la gloria venidera a lo largo de su vida. Sab\u00eda que la plenitud del reino de Dios aguardaba, y toda su esperanza val\u00eda la pena para esperar su cumplimiento. Es posible que haya escrito estas palabras tan llenas de esperanza desde la misma prisi\u00f3n: \u201cPorque para m\u00ed el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. .\u202f.\u202f. Teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es much\u00edsimo mejor; pero quedar en la carne es m\u00e1s necesario por causa de vosotros\u201d (Filipenses 1:21, 23, 24).<\/p>\n En estos \u00edntimos pasajes, Pablo comparte un coraz\u00f3n completamente cautivado por la esperanza del evangelio, deseando cumplir su anhelo de pasar la eternidad en la presencia de Dios. Su \u00fanica restricci\u00f3n era quedarse e indicar a otros la misma experiencia de Dios.<\/p>\n La misma esperanza que tanto entusiasmaba a Pablo -ver a Dios cara a cara y ser coronado de justicia- no era s\u00f3lo para \u00e9l, sino para \u201ctodos los que han amado su aparici\u00f3n [de Jes\u00fas]\u201d (\u00e9nfasis m\u00edo). Esta esperanza del evangelio es una promesa para todos los que la creen – todos los que la prueban, todos los que aman la antigua, antigua historia.<\/p>\n Pablo no era el \u00fanico que se sent\u00eda as\u00ed. Pedro hab\u00eda pasado de ser un hombre impetuoso y experto en cometer errores a un l\u00edder refinado y reflexivo. En t\u00e9rminos brillantes, escribi\u00f3 a los creyentes sobre la esperanza viva del evangelio:<\/p>\n Bendito el Dios y Padre de nuestro Se\u00f1or Jesucristo, que seg\u00fan su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrecci\u00f3n de Jesucristo de los muertos,\u00a0para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,\u00a0<\/sup><\/strong>que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvaci\u00f3n que est\u00e1 preparada para ser manifestada en el tiempo postrero (1\u202fPedro 1:3-5).<\/p>\n Pedro nos ayuda a ver que nuestra esperanza est\u00e1 arraigada en la historia de Jes\u00fas. Nuestra esperanza est\u00e1 asegurada porque, al igual que Jesucristo muri\u00f3 y resucit\u00f3, nosotros tambi\u00e9n moriremos y resucitaremos (cf. 1\u202fCorintios 15:12-19; 1\u202fTesalonicenses 4:13, 14). Pedro nos asegura que el resultado de nuestra esperanza est\u00e1 asegurado en el cielo para nosotros por Dios mismo; no se puede estropear. \u00a1Qu\u00e9 maravillosas promesas concede Dios a los que creen y han encontrado esta esperanza viva en \u00c9l!<\/p>\n La esperanza del evangelio es una de las fuerzas m\u00e1s transformadoras en el mundo. Gracias a esta esperanza, un pescador testarudo se convirti\u00f3 en el sabio Pedro. La misma fuerza del evangelio tom\u00f3 al asesino Saulo y lo transform\u00f3 en el ap\u00f3stol Pablo.<\/p>\n A lo largo de la historia, muchos m\u00e1s han sido transformados por esta esperanza viva en los que portan del nombre de cristiano. El himno \u201cGrato es Contar la Historia\u201d traza el hilo de la esperanza que se encuentra en el evangelio a trav\u00e9s de los tiempos hasta la gloria.<\/p>\n Esa misma esperanza se agita hoy en nuestras almas, buscando su fuente, lo \u00fanico que satisfar\u00e1 nuestros anhelos: el evangelio, esa antigua, antigua historia. Ninguna otra cosa lo har\u00e1.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Me encanta contar la historia; es agradable repetirla pareciera que cada vez que la cuento m\u00e1s maravillosamente dulce es .\u202f.\u202f. . Me encanta contar la historia; porque aquellos que la conocen mejor parecen hambrientos y sedientos de escucharla como los dem\u00e1s. 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