{"id":29043,"date":"2022-09-30T00:01:09","date_gmt":"2022-09-30T06:01:09","guid":{"rendered":"https:\/\/baonline.cog7engage.net\/?p=29043"},"modified":"2023-08-29T11:43:36","modified_gmt":"2023-08-29T17:43:36","slug":"escuchando-su-corazon","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/baonline.cog7engage.net\/es\/escuchando-su-corazon\/","title":{"rendered":"Escuchando Su Coraz\u00f3n"},"content":{"rendered":"
\u201cPorque Jehov\u00e1 no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que est\u00e1 delante de sus ojos, pero Jehov\u00e1 mira el coraz\u00f3n\u201d (1\u202fSamuel 16:7).<\/p>\n
El brillante resplandor de las luces del techo de la iglesia hizo que Lauren, mi compa\u00f1era de equipo de la misi\u00f3n de j\u00f3venes, se pusiera las gafas de sol cuando encontramos nuestros asientos antes de que comenzara el servicio de la ma\u00f1ana. Mientras la m\u00fasica de la alabanza reverberaba, me pregunt\u00e9 si hubiera sido m\u00e1s prudente dormir hasta tarde despu\u00e9s de haber pasado una noche ministrando en las calles del Boulevard Hollywood.<\/p>\n
Lauren, con el rostro p\u00e1lido, encorvada en su asiento, trataba de ponerse c\u00f3moda. Unas cuantas miradas de molestia de las mujeres de mediana edad y bien vestidas sentadas una fila delante de nosotras fueron lanzadas en nuestra direcci\u00f3n. Consciente de los jeans andrajosos de Lauren y m\u00edos y de nuestras blusas arrugadas, les sonre\u00ed t\u00edmidamente cuando se cruzaron nuestras miradas. Pero no me regresaron la sonrisa.<\/p>\n
Cansada por la falta de sue\u00f1o, me sent\u00eda fuera de lugar y confundida. Luch\u00e9 por concentrarme en las palabras del pastor, pero mi mente daba vueltas, repitiendo los eventos de la noche anterior.<\/p>\n
Lauren y yo \u00e9ramos estudiantes en una Escuela de Discipulado y Capacitaci\u00f3n de J\u00f3venes con Una Misi\u00f3n, y recientemente hab\u00edamos regresado de un evento de evangelismo en Monterrey, M\u00e9xico. Mientras viaj\u00e1bamos en autob\u00fas de regreso al estado de Washington, nos quedamos en varios pueblos y usamos nuestros ministerios de t\u00edteres, teatro y m\u00fasica para llegar a ni\u00f1os y ancianos. Pero esta era nuestra primera noche de ministerio en las calles, justo en el coraz\u00f3n de Hollywood.<\/p>\n
Nos hab\u00edan dejado a las 11:00 p.m. el s\u00e1bado por la noche, frente a un cine. Se estaban preparando para la funci\u00f3n de medianoche con la pel\u00edcula The Rocky Horror Picture Show. La larga fila de rockeros punk vestidos extravagantemente envolv\u00eda el edificio como una serpiente hinchada. Se retorc\u00edan de impaciencia hasta que los \u00e1nimos se desbordaron y la gente se empuj\u00f3 entre s\u00ed hacia el tr\u00e1fico que se aproximaba en la concurrida carretera de varios carriles.<\/p>\n
Horrorizadas pero paralizadas, oramos por su seguridad. Y por la nuestra. Momentos despu\u00e9s, m\u00e1s de cien polic\u00edas llegaron en motocicletas. Un oficial habl\u00f3 a trav\u00e9s de un meg\u00e1fono y orden\u00f3 a la multitud que se dispersaran o ser\u00edan arrestados. Siguieron momentos tensos mientras or\u00e1bamos por un final pac\u00edfico de lo que podr\u00eda convertirse en una confrontaci\u00f3n o un mot\u00edn.<\/p>\n
Esperamos y observamos. Cuando la multitud se dispers\u00f3 pac\u00edficamente, dej\u00e9 escapar un suspiro de alivio.<\/p>\n
Muchos rockeros punk se quedaron en la periferia, sum\u00e1ndose a la vida nocturna de las prostitutas, sus jefes, y traficantes de drogas, as\u00ed como a aquellos vestidos para una noche en la ciudad. Las contrastantes im\u00e1genes de los que estaban en las calles nos recordaron que muchos estaban perdidos y necesitaban un Salvador. Esta imagen reforz\u00f3 nuestra necesidad de orar cuando nos dividimos en equipos de dos y fuimos enviados a ministrar a los quebrantados.<\/p>\n
Nerviosas, emocionadas y temerosas, le pedimos a Dios que nos llevara a alguien con quien hablar. Lauren y yo vimos a una joven llamada Terry apartada de los dem\u00e1s, inc\u00f3moda y tal vez sola. Hablamos largamente con ella y nos dimos cuenta de que estaba atrapada en la prostituci\u00f3n.<\/p>\n
Mi coraz\u00f3n se compadeci\u00f3 de Terry cuando me cont\u00f3 que se mud\u00f3 de Nueva York con la esperanza de una vida mejor. No la hab\u00eda encontrado en las calles de Hollywood. Claramente decepcionada con su estilo de vida actual, Terry escuch\u00f3 mientras compart\u00edamos nuestras historias de c\u00f3mo Dios hab\u00eda transformado nuestras vidas a trav\u00e9s de una relaci\u00f3n personal con Jes\u00fas. Expliqu\u00e9 el estado ca\u00eddo de la humanidad y nuestra necesidad de un Salvador. Mientras le contaba a Terry la historia de Jes\u00fas y c\u00f3mo \u00c9l perdona nuestros pecados, sus ojos se iluminaron con un rayo de esperanza por un futuro diferente.<\/p>\n
Mientras tanto, su amigo estaba detr\u00e1s de ella en las sombra, mir\u00e1ndonos. Terminamos de hablar con Terry y le entregamos un folleto para explicar m\u00e1s sobre la esclavitud del pecado y c\u00f3mo podr\u00eda tener una nueva vida en Cristo. Or\u00e9 para que las semillas plantadas no fueran arrebatadas por el Maligno, incluso en la forma de su \u201camigo\u201d.<\/p>\n
Hablamos mucho tiempo con Terry y ya no nos quedaba mucho tiempo m\u00e1s antes de la hora de reunirnos con el grupo a la 1:00 a. m. Oramos por los que vimos y entregamos algunos folletos a otros.<\/p>\n
Mientras reflexionaba sobre estas cosas en la iglesia, mir\u00e9 a Lauren, solo para ver que hab\u00eda perdido su lucha por mantenerse despierta. Apenas ten\u00eda diecis\u00e9is a\u00f1os y era una joven creyente, rescatada ella misma de la prostituci\u00f3n solo un a\u00f1o antes. Su historia personal de la gracia salvadora de Dios habl\u00f3 a muchos.<\/p>\n
La mirada de las mujeres en la iglesia nos apuntaron unas cuantas veces m\u00e1s. Aliviada cuando termin\u00f3 el servicio, despert\u00e9 a Lauren y recogimos nuestras chaquetas y nuestras Biblias. Una de las mujeres hizo un gesto para hablar con nosotros.<\/p>\n
Nos desafi\u00f3 a no deshonrar la casa de Dios ignorando Su santidad.<\/p>\n
Yo estaba demasiada sorprendida para responderle. Una vez m\u00e1s, pens\u00e9 en nuestro encuentro con Terry la noche anterior y dese\u00e9 que a esa mujer le hubi\u00e9ramos importado lo suficiente como para preguntarnos nuestra historia. \u00bfNos sent\u00edamos bien, o est\u00e1bamos desveladas por alg\u00fan problema? \u00bfC\u00f3mo pod\u00edan saber ella y sus amigas lo que hab\u00edamos estado haciendo la mitad de la noche? Tal vez si se hubieran tomado el tiempo de preguntar, podr\u00edamos habernos bendecido mutuamente al haber compartido sobre nuestra noche.<\/p>\n
A trav\u00e9s de esta experiencia, no solo aprend\u00ed sobre el evangelismo efectivo. Aprend\u00ed tambi\u00e9n sobre juzgar a los dem\u00e1s. Aunque me entristeci\u00f3, el juicio de las mujeres hacia nosotras reafirm\u00f3 en m\u00ed la necesidad de escuchar las historias de vida de los dem\u00e1s, dentro y fuera de la iglesia, con un coraz\u00f3n compasivo. Escuchar y compartir el evangelio con Terry y otros hab\u00eda eliminado mi miedo, reemplaz\u00e1ndolo con el amor de Dios por las personas que sufren. Ojal\u00e1 estas mujeres hubieran hecho lo mismo por nosotras.<\/p>\n
A menudo no conocemos la verdad de una situaci\u00f3n o el coraz\u00f3n de una persona. Pero Dios s\u00ed. Con corazones compasivos, podemos compartir no solo la historia de Dios transformando nuestras vidas, sino tambi\u00e9n la historia de Dios sobre Su Hijo, el perd\u00f3n y la nueva vida que \u00c9l ofrece gratuitamente a todos.<\/p>\n
Nuestras \u201chistorias de Dios\u201d son milagros. E incluso cuando se malinterprete, mi deseo es seguir a Jes\u00fas, amar a los dem\u00e1s y traer muchas m\u00e1s almas perdidas a Su reino.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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