{"id":28656,"date":"2022-07-01T07:38:50","date_gmt":"2022-07-01T13:38:50","guid":{"rendered":"https:\/\/baonline.cog7engage.net\/?p=28656"},"modified":"2023-08-29T11:43:51","modified_gmt":"2023-08-29T17:43:51","slug":"como-reconciliamos-la-gracia-divina-y-la-responsabilidad-humana-en-la-obra-de-salvacion","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/baonline.cog7engage.net\/es\/como-reconciliamos-la-gracia-divina-y-la-responsabilidad-humana-en-la-obra-de-salvacion\/","title":{"rendered":"\u00bfC\u00f3mo reconciliamos la gracia divina y la responsabilidad humana en la obra de salvaci\u00f3n?"},"content":{"rendered":"
\u00bfC\u00f3mo reconciliamos la gracia divina y la responsabilidad humana en la obra de salvaci\u00f3n?<\/span><\/p>\n <\/p>\n Efesios 2:8 es quiz\u00e1s el mejor verso para entender la din\u00e1mica divino-humana en la obra de salvaci\u00f3n. A trav\u00e9s de este texto podemos afirmar, por introducci\u00f3n, que estos dos se reconcilian dentro de una relaci\u00f3n de pacto particular. Veamos: \u201cPorque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios\u201d.<\/span><\/p>\n Este sencillo texto establece en orden la relaci\u00f3n apropiada y la responsabilidad mutua que trae y sostiene la salvaci\u00f3n. Primero est\u00e1 la gracia de Dios. La relaci\u00f3n de pacto siempre es iniciada por Dios; es un regalo divino. En segundo lugar est\u00e1 la respuesta humana, la fe. Confiando y creyendo, recibimos humildemente el don de Dios, sabiendo que la salvaci\u00f3n, y la fe misma, est\u00e1n m\u00e1s all\u00e1 de nosotros mismos.<\/span><\/p>\n Se pueden escribir, y se han escrito, vol\u00famenes sobre el poder y la belleza de estas dos maravillosas palabras: \u00a1Gracia! \u00a1Fe! Residiendo en el coraz\u00f3n de la salvaci\u00f3n y la relaci\u00f3n divino-humana, podemos sondear sus profundidades prestando atenci\u00f3n a una palabra m\u00e1s en el contexto m\u00e1s amplio de Efesios 2:8: \u00a1Jesucristo!<\/span><\/p>\n La reconciliaci\u00f3n de la relaci\u00f3n divino-humana descansa en Jes\u00fas. \u00c9l es el fundamento de la gracia de Dios y de la fe humana, como se ve en los vers\u00edculos 1-7. Mientras que todos nosotros est\u00e1bamos \u201cmuertos en vuestros delitos y pecados\u201d y definidos por la desobediencia, la lujuria y la ira (vv.\u202f1-3), la rica misericordia de Dios y el gran amor por la salvaci\u00f3n se revelaron en Jes\u00fas, para que pudi\u00e9ramos ser \u201cvivificados\u201d juntamente con Cristo\u201d (vv. 4-6). Basados \u200b\u200ben las palabras del Ap\u00f3stol Pablo, exclamamos, \u00a1oh \u201clas abundantes riquezas de Su gracia en Su bondad para con nosotros en Cristo Jes\u00fas\u201d (v.\u202f7)!<\/span><\/p>\n Entendemos verdaderamente la profundidad de la gracia y de la fe s\u00f3lo sirviendo a nuestro Se\u00f1or Jesucristo. Como humano y divino, Jes\u00fas demostr\u00f3 perfectamente la gracia de Dios hacia el hombre y la fiel respuesta del hombre a Dios. As\u00ed es como se ha establecido una nueva relaci\u00f3n de pacto en Su sangre. Si bien la relaci\u00f3n divino-humana siempre estuvo definida por la gracia y la fe, sabemos por el antiguo pacto que, de nuestro lado de la ecuaci\u00f3n, la fe y la fidelidad siempre han sido defectuosas.<\/span><\/p>\n Si bien la fidelidad misericordiosa de Dios siempre es confiable, desde Ad\u00e1n hasta Israel, aprendemos que no se puede decir lo mismo de los seres humanos (N\u00fameros 14:11; Deuteronomio 1:32; Salmo 78:22, 32; 106:24; Romanos 10:16; Hebreos 3:18; 4:2; Judas 5). Antes de Jes\u00fas, las relaciones rotas eran lo que defin\u00eda la relaci\u00f3n divino-humana. Pero como lo ilustra Hebreos 11, siempre hubo un remanente de fe: Abel, No\u00e9, Abraham, Mois\u00e9s. Estos fieles se\u00f1alaron al \u00danico \u201cVerdadero y Fiel\u201d (Jerem\u00edas 42:5; Apocalipsis 19:11), y ahora nuestra \u201cobediencia a la fe\u201d se experimenta solo en \u00c9l y a trav\u00e9s de \u00c9l (Romanos 1:5; 16:26). En la cruz, en Cristo, la gracia de Dios y la fe humana se encuentran en perfecta uni\u00f3n. La relaci\u00f3n se reconcilia y el pecado y la muerte son vencidos.<\/span><\/p>\n Volvamos a Efesios 2, donde se muestran las consecuencias de esta gracia y fe en Cristo. Mientras que el trabajo humano y la jactancia se dejan de lado en la simple sumisi\u00f3n a Cristo, la gracia de Dios contin\u00faa obrando a trav\u00e9s de la fe: \u201cPorque somos hechura suya, creados en Cristo Jes\u00fas para buenas obras, las cuales Dios prepar\u00f3 de antemano para que anduvi\u00e9semos en ellas\u201d (v.\u202f10).<\/span><\/p>\n La misma gracia y fe que traen salvaci\u00f3n traen tambi\u00e9n nuestra santificaci\u00f3n. Ese es el resultado de la obra continua de Dios, en Cristo y en nosotros. Es una verdad aleccionadora: nuestra responsabilidad es caminar en \u00c9l mientras \u00c9l obra en nosotros (Romanos 8:1; Colosenses 1:29).<\/span><\/p>\n \u2014 <\/span>Anciano Jason Overman<\/span><\/i><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" \u00bfC\u00f3mo reconciliamos la gracia divina y la responsabilidad humana en la obra de salvaci\u00f3n? Efesios 2:8 es quiz\u00e1s el mejor verso para entender la din\u00e1mica divino-humana en la obra de salvaci\u00f3n. A trav\u00e9s de este texto podemos afirmar, por introducci\u00f3n, que estos dos se reconcilian dentro de una relaci\u00f3n de pacto particular. 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