{"id":28394,"date":"2022-04-01T00:00:05","date_gmt":"2022-04-01T06:00:05","guid":{"rendered":"https:\/\/baonline.cog7engage.net\/?p=28394"},"modified":"2023-08-29T11:44:05","modified_gmt":"2023-08-29T17:44:05","slug":"el-reino-de-dios","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/baonline.cog7engage.net\/es\/el-reino-de-dios\/","title":{"rendered":"El Reino de Dios"},"content":{"rendered":"
Jes\u00fas irrumpi\u00f3 en la historia de la humanidad y comenz\u00f3 Su ministerio declarando: \u201cEl tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepent\u00edos, y creed en el evangelio\u201d (Marcos 1:15). De hecho, esta declaraci\u00f3n representa el eje de todo Su ministerio.<\/p>\n
La frase reino de Dios aparece m\u00e1s de setenta veces en el Nuevo Testamento. Si le sumamos su equivalente reino de los cielos, se repite aproximadamente cien veces. La mayor\u00eda de las veces aparecen dichas por Jes\u00fas. Muchas de las par\u00e1bolas fueron contadas para ilustrar el reino de Dios, comenzando con \u201cEl reino de los cielos es semejante\u201d. Jes\u00fas us\u00f3 frecuentemente la frase en oposici\u00f3n a los reinos de este mundo.<\/p>\n
El concepto del reino de Dios establece el n\u00facleo del mensaje de Cristo. Es interesante ver que generalmente la iglesia evang\u00e9lica, desde un punto de vista teol\u00f3gico, se define a s\u00ed misma como cristoc\u00e9ntrica. Esto no es un error, ya que Cristo es el \u201ccoraz\u00f3n\u201d de las Sagradas Escrituras. Pero debemos reconocer que Cristo habl\u00f3 mucho m\u00e1s del reino de Dios que de S\u00ed mismo. Incluso cuando habl\u00f3 de S\u00ed mismo, tambi\u00e9n habl\u00f3 en t\u00e9rminos del reino.<\/p>\n
En el serm\u00f3n m\u00e1s largo de Jes\u00fas registrado en la Biblia, el Serm\u00f3n del Monte, Jes\u00fas subi\u00f3 a la monta\u00f1a, as\u00ed como Mois\u00e9s subi\u00f3 al Sina\u00ed. Pero Jes\u00fas tambi\u00e9n habl\u00f3 desde el monte, como Dios lo hizo con Mois\u00e9s. All\u00ed Jes\u00fas cit\u00f3 varias veces este concepto del reino y estableci\u00f3 las Bienaventuranzas como el nuevo criterio para la nueva realidad del reino de Dios.<\/p>\n
Adem\u00e1s de Jes\u00fas, Juan el bautista afirm\u00f3 que los seres humanos no \u00edbamos al reino. M\u00e1s bien, el reino de Dios vino viene a nosotros. Los seres humanos est\u00e1n \u201cmuertos\u201d en pecados, incapaces de tomar ninguna iniciativa y salvarse a s\u00ed mismos. Pablo afirma: \u201cAun estando nosotros muertos en pecados, [Dios] nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)\u201d (Efesios 2:5). La llegada del reino no fue por acci\u00f3n humana sino por iniciativa divina, de Dios. De hecho, Cristo nos ense\u00f1a en la oraci\u00f3n del Padre Nuestro que debemos orar para que el reino de Dios siga llegando a este mundo, para transformar verdaderamente la realidad de miseria en la que vive la humanidad (Mateo 6:9-13).<\/p>\n
El trabajo pastoral de la iglesia, entre otras cosas, es directamente proporcional a la visi\u00f3n del reino de Dios. Si la visi\u00f3n es solamente escatol\u00f3gica o futurista (como creo que alguna vez lo fue), entonces el trabajo pastoral es limitado, con la creencia de que nada puede cambiar hasta que Cristo venga. Es verdad que el reino de Dios no ha sido completamente establecido. Si as\u00ed fuera, el mundo ser\u00eda diferente. Pero tambi\u00e9n es cierto que el reino de Dios tiene una dimensi\u00f3n presente, aqu\u00ed y ahora. Dios ya nos ha visitado a trav\u00e9s de Su Hijo Jesucristo, quien inaugur\u00f3 Su reino entre nosotros. Ahora mismo ese reino es una realidad en todos aquellos cuyas vidas han sido transformadas porque han aceptado a Cristo como su Se\u00f1or y Rey.<\/p>\n
Los fariseos le preguntaron a Cristo cu\u00e1ndo vendr\u00eda el reino de Dios. La respuesta de Jes\u00fas fue: \u201cEl reino de Dios no vendr\u00e1 con advertencia, ni dir\u00e1n: Helo aqu\u00ed, o helo all\u00ed; porque he aqu\u00ed el reino de Dios est\u00e1 entre vosotros\u201d (Lucas 17:20, 21).<\/p>\n
Es interesante ver que el \u00faltimo verbo en la respuesta de Jes\u00fas est\u00e1 en tiempo presente: \u201cEl reino de Dios est\u00e1 entre vosotros\u201d, es decir, aqu\u00ed y ahora.<\/p>\n
Cuando Jes\u00fas estuvo ante Poncio Pilato, gobernador de la provincia de Judea y representante del reino romano, se centr\u00f3 en el reino de Dios. Los fariseos acusaron a Jes\u00fas de declarar que \u00c9l era rey. Inseguro sobre lo que hab\u00edan dicho de Jes\u00fas, Pilato le pregunt\u00f3 directamente: \u201c\u00bfEres t\u00fa el Rey de los jud\u00edos? Jes\u00fas respondi\u00f3: \u201cMi reino no es de este mundo\u201d (Juan 18:33, 36).<\/p>\n
La expresi\u00f3n \u201cMi reino no es de este mundo\u201d debe entenderse en el sentido de que el reino de Dios no se parece ni surge de los reinos de este mundo en modo alguno. Los reinos terrenales surgen del amor al poder, mientras que el reino de Dios surge del poder del amor. En palabras de Pablo, el reino de Dios es \u201cjusticia, paz y gozo en el Esp\u00edritu Santo\u201d (Romanos 14:17). En cambio, los reinos del mundo se caracterizan por la injusticia, la violencia, la corrupci\u00f3n y muchos males m\u00e1s que agobian al ser humano.<\/p>\n
En el Evangelio de Marcos, cuando Jes\u00fas anuncia la llegada del reino, exige una respuesta de los oyentes: \u201cArrepent\u00edos, y creed en el evangelio\u201d (1:15). No puede ser ciudadano del reino de Dios y ser miembro de otros reinos oscuros. Jes\u00fas tambi\u00e9n afirm\u00f3: \u201cEl que no es conmigo, contra m\u00ed es; y el que conmigo no recoge, desparrama\u201d (Lucas 11:23). Adem\u00e1s, Jes\u00fas dijo: \u201cEl reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan\u201d (Mateo 11:12). No hacer nada acerca de la llegada del reino es una respuesta negativa en s\u00ed misma, y aquellos que no respondan enfrentar\u00e1n las consecuencias.<\/p>\n
Despu\u00e9s de lo dicho hasta aqu\u00ed, surge la pregunta: \u00bfQu\u00e9 papel juega la iglesia con respecto al reino de Dios?<\/p>\n
Para responder a esto, debemos entender que la iglesia vive en una doble realidad. Por un lado est\u00e1 el reino de Dios y por el otro, el mundo cada vez m\u00e1s pecaminoso en el que vive. La respuesta requiere una clara comprensi\u00f3n y disposici\u00f3n de la trilog\u00eda: reino, iglesia, mundo.<\/p>\n
Curiosamente, la definici\u00f3n de iglesia (de la palabra griega ekklesia) significa \u201casamblea o congregaci\u00f3n convocada\u201d. Los miembros est\u00e1n llamados a dejar el mundo y est\u00e1n llamados a permanecer fuera de \u00e9l. Esto es espiritualmente significativo. Como cristianos, estamos llamados a abandonar el pecado que define al mundo, y estamos llamados a vivir el resto de nuestras vidas apartados de esa actividad pecaminosa.<\/p>\n
No se trata de dejar literalmente el mundo, porque no tenemos otro mundo al que ir, ni es ese el deseo de Dios. M\u00e1s bien, se trata de dejar el mundo espiritualmente, como Jes\u00fas le pidi\u00f3 a Su Padre: \u201cNo ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal\u201d (Juan 17:15).<\/p>\n
Si bien es cierto que la iglesia no es el reino de Dios, tambi\u00e9n es cierto que es una comunidad diferente a la comunidad mundana, la comunidad de la iglesia da testimonio del reino de Dios y participa en \u00e9l. La conversi\u00f3n a Cristo y al Esp\u00edritu Santo, el cual habita en los creyentes, los hace nuevas criaturas con una nueva conciencia, nuevos prop\u00f3sitos y un nuevo estilo de vida, donde la pr\u00e1ctica del pecado ya no es la regla.<\/p>\n
El creyente, salvado por la gracia de Dios, todav\u00eda vive dentro de su naturaleza humana, que naturalmente tiende al pecado. Esta realidad se conoce como la paradoja del ahora, pero todav\u00eda no. El creyente ya est\u00e1 perdonado de sus pecados y salvado de la condenaci\u00f3n, pero a\u00fan no est\u00e1 completamente transformado. Pablo lo explica mejor: \u201cPorque seg\u00fan el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que est\u00e1 en mis miembros\u201d (Romanos 7:22, 23).<\/p>\n
Esta paradoja terminar\u00e1 cuando Cristo venga y seamos transformados de nuestra naturaleza humana a Su naturaleza divina. Juan afirma que un d\u00eda, cuando Jes\u00fas se manifieste, seremos como \u00c9l, \u201cporque le veremos tal como \u00e9l es\u201d (1\u202fJuan 3:2).<\/p>\n
La iglesia est\u00e1 llamada a ser la luz del mundo y la sal de la tierra. Esto quiere decir que la iglesia es la se\u00f1al de que el reino de Dios ha llegado y que se esparce como levadura en la masa hasta impregnarla toda. La iglesia es responsable de infundir a la sociedad el evangelio del reino. Entonces, se trata de tener menos presencia del mundo en la iglesia y m\u00e1s presencia de la iglesia en el mundo.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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