\u201c\u00bfCu\u00e1les quiere primero: las buenas o las malas noticias?\u201d Probablemente haya escuchado esa pregunta. Es curioso c\u00f3mo las noticias a menudo llegan en par, especialmente cuando se escuchan en el evangelio.<\/p>\n
Hay una paradoja en la presentaci\u00f3n b\u00edblica del evangelio: una dicotom\u00eda, o al menos una tensi\u00f3n din\u00e1mica. Por un lado, la buena noticia de Dios para la humanidad, es la mejor noticia que podr\u00edamos esperar. Pero, por el otro lado, este evangelio nos confronta a todos con nosotros mismos, con noticias que los humanos preferir\u00edamos no escuchar: las cosas malas sobre nosotros. El evangelio nos entrega ambas noticias, como un paquete. No podemos tener lo bueno sin enfrentarnos a lo malo.<\/p>\n
Pablo expone las ra\u00edces de estos gemelos enredados en un conocido texto de Romanos: \u201cPorque la paga del pecado es muerte, mientras que la d\u00e1diva de Dios es vida eterna en Cristo Jes\u00fas, nuestro Se\u00f1or\u201d (6:23). En pocas palabras, aqu\u00ed encontramos el problema y la soluci\u00f3n. La primera cl\u00e1usula resume el testimonio universal de la Biblia del veredicto de Dios sobre el pecado: \u201cSon las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios\u201d y \u201cTodo el que peque merece la muerte\u201d (Isa\u00edas 59:2; Ezequiel 18:20). Estas son las malas noticias.<\/p>\n
En su brillante evaluaci\u00f3n de la condici\u00f3n humana en Romanos 3, Pablo est\u00e1 de acuerdo con los Profetas en que todo el mundo es culpable ante Dios: \u201cAs\u00ed est\u00e1 escrito: No hay un solo justo, ni siquiera uno\u201d (vv.\u202f10-18; Salmo 14:3). Todos estamos en el mismo barco que se est\u00e1 hundiendo. Pero los mismos testigos contaron las buenas nuevas del rescate de Dios, que se encuentran en la segunda cl\u00e1usula de Pablo: un regalo que va m\u00e1s all\u00e1 de poder ganarlo: \u201c\u00bfSon sus pecados como escarlata? \u00a1Quedar\u00e1n blancos como la nieve!\u201d. \u201cTan lejos de nosotros ech\u00f3 nuestras transgresiones como lejos del oriente est\u00e1 el occidente\u201d (Isa\u00edas 1:18; Salmo 103:12).<\/p>\n
La historia del evangelio es la fat\u00eddica intersecci\u00f3n de noticias malas y buenas. En esta encrucijada es donde Jes\u00fas \u201cfue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucit\u00f3 para nuestra justificaci\u00f3n\u201d (Romanos 4:25). Aqu\u00ed, el veredicto \u201c\u00a1Culpable!\u201d se convierte en \u201c\u00a1No culpable!\u201d porque Jes\u00fas pag\u00f3 nuestra deuda de muerte con Su vida sin culpa. En la Resurrecci\u00f3n, Dios vindica a Su Hijo, y Su sacrificio amoroso es la fuente de vida eterna para todos los que acepten Su regalo en fe.<\/p>\n
Esta es una intersecci\u00f3n que todos deben pasar: la encrucijada de la culpa y el don, de la ofensa humana y la ofrenda divina. Muchos viajar\u00e1n por ese camino con la espalda r\u00edgida y la cabeza en alto. Pasar\u00e1n de largo. El regalo se da gratuitamente, pero solo se recibe de rodillas con la cabeza inclinada, aceptando las buenas nuevas junto con las malas. De este reconocimiento del pecado y de un Salvador que va m\u00e1s all\u00e1 de uno mismo, Pablo encuentra inspiraci\u00f3n en David nuevamente:<\/p>\n
Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados. Dichoso aquel a quien el SE\u00d1OR no toma en cuenta su maldad.\u202f.\u202f. Pero te confes\u00e9 mi pecado, y no te ocult\u00e9 mi maldad. Me dije: \u201cVoy a confesar mis transgresiones al SE\u00d1OR\u201d.\u202f.\u202f. Y t\u00fa perdonaste mi maldad y mi pecado (Salmo 32:1, 2, 5; Romanos 4:7, 8).<\/p>\n
Pero he aqu\u00ed la naturaleza parad\u00f3jica del evangelio que va a\u00fan m\u00e1s profunda, si las buenas nuevas son rechazadas neciamente porque no enfrentaremos las malas, y mucho menos las confesaremos. Al voltear la verdad, nos ofende la idea de que nuestras ofensas hicieron necesaria la cruz de Cristo. Nos aferramos a la mentira de que en realidad somos bastante buenos, o lo suficientemente buenos, \u00a1seguramente! Y as\u00ed, el evangelio de Cristo es la buena noticia de salvaci\u00f3n para aquellos que pueden aceptar la noticia, pero una piedra de tropiezo ofensiva para aquellos que no pueden.<\/p>\n
Notablemente, los profetas revelaron esta dicotom\u00eda divina, y los ap\u00f3stoles la aplicaron a Jesucristo:<\/p>\n
\u201cSolo al SE\u00d1OR Todopoderoso tendr\u00e1n ustedes por santo, solo a \u00e9l deben honrarlo, solo a \u00e9l han de temerlo.<\/p>\n
El SE\u00d1OR ser\u00e1 un santuario. Pero ser\u00e1 una piedra de tropiezo para las dos casas de Israel\u201d (Isa\u00edas 8:13, 14).<\/p>\n
Por eso dice el SE\u00d1OR omnipotente: \u201c\u00a1Yo pongo en Si\u00f3n una piedra probada!, piedra angular y preciosa para un cimiento firme; el que conf\u00ede no andar\u00e1 desorientado\u201d (28:16).<\/p>\n
Combinando los dos textos, tanto Pablo como Pedro citan a Isa\u00edas se\u00f1alando a Cristo y contrastando a los que creen con los que tropiezan: \u201cComo est\u00e1 escrito: \u2018Miren que pongo en Si\u00f3n una piedra de tropiezo [griego: proskomma<\/em>] y una roca que hace caer [skandalon<\/em>]; pero el que conf\u00ede en \u00e9l no ser\u00e1 defraudado\u201d (Romanos 9:33; cf. 1\u202fPedro 2:6-8). En esta combinaci\u00f3n inspirada de las Escrituras, Cristo es a la vez piedra fundamental para unos y piedra de tropiezo para otros. La Roca Eterna y la Roca de la Ofensa.<\/p>\n Utilizando la misma imagen de la piedra, Jes\u00fas advirti\u00f3: \u00bfQu\u00e9 significa esto que est\u00e1 escrito: \u201cLa piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular\u201d? Todo el que caiga sobre esa piedra quedar\u00e1 despedazado y, si ella cae sobre alguien, lo har\u00e1 polvo\u201d (Lucas 20:17, 18; cf. Salmo 118:22).<\/p>\n De cualquier manera, la buena noticia te quebranta. Eso no es una mala noticia si algunos se quebrantan en el camino al arrepentimiento, pero es mala para aquellos que rechazan la noticia. Ser\u00e1n aplastados en el juicio de Dios. Pablo les revel\u00f3 a los corintios esta misteriosa dicotom\u00eda de c\u00f3mo el evangelio resulta en estos fines contradictorios:<\/p>\n Los jud\u00edos piden se\u00f1ales milagrosas y los gentiles buscan sabidur\u00eda,\u00a0mientras que nosotros predicamos a Cristo crucificado. Este mensaje es motivo de tropiezo para los jud\u00edos, y es locura para los gentiles,\u00a0pero para los que Dios ha llamado, lo mismo jud\u00edos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabidur\u00eda de Dios (1\u202fCorintios 1:22-24).<\/p>\n Para los religiosos y los no religiosos por igual, la cruz es escandalosa. Esta palabra inglesa se deriva de la palabra griega skandalon<\/em>. A menudo traducido como \u201cofensa\u201d, el uso del t\u00e9rmino en el Nuevo Testamento est\u00e1 influenciado por el Antiguo Testamento y, a menudo, se basa en pasajes particulares (como se vio arriba).<\/p>\n En su contexto b\u00edblico, skandalon<\/em> (y la palabra muy cercanamente relacionada proskomma<\/em>) se refiere a una piedra u obst\u00e1culo que hace que uno tropiece y caiga. Una piedra de tropiezo. Seg\u00fan el Nuevo Diccionario Internacional de Teolog\u00eda del Nuevo Testamento (The New International Dictionary of New Testament Theology), la met\u00e1fora denota algo que causa una ca\u00edda en el pecado o la incredulidad.<\/p>\n La paradoja del evangelio es m\u00e1s intensa aqu\u00ed. Jes\u00fas es el Salvador para todos los que creen, pero para los que lo rechazan, Jes\u00fas es un esc\u00e1ndalo. Pasamos por alto este aspecto del evangelio: el asombroso temor del juicio y la gracia de Dios. Pero los jud\u00edos y griegos de Pablo, los religiosos y los paganos, todav\u00eda est\u00e1n con nosotros. El evangelio sigue siendo un esc\u00e1ndalo tonto para muchos en la actualidad.<\/p>\n El ateo pop y bi\u00f3logo evolucionista, Richard Dawkins, es el ejemplo preeminente del pagano incr\u00e9dulo. Sin limitar su cr\u00edtica mordaz a la tonter\u00eda infantil y delirante del evangelio solamente, dirige su cr\u00edtica contra la Biblia y contra Dios mismo. El dios en el que Dawkins no cree es \u201cun fan\u00e1tico del control mezquino, injusto e implacable; un limpiador \u00e9tnico vengativo y sanguinario; un mat\u00f3n mis\u00f3gino, homof\u00f3bico, racista, infanticida, genocida, filicida, pestilente, megal\u00f3mano, sadomasoquista, y caprichoso mal\u00e9volo acosador\u201d.<\/p>\n \u00a1Con raz\u00f3n! \u00a1Por eso parece estar tan ofendido! Si bien los creyentes no reconocen en esta descripci\u00f3n la gracia y la verdad que es el Dios y Padre de nuestro Se\u00f1or Jesucristo, las variaciones de la diatriba de Dawkins se encuentran con creciente regularidad en las redes sociales. Pero como Pablo nos ha mostrado, esto no es nada nuevo. Estas voces simplemente hacen eco de los griegos de su tiempo: \u201cEl mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios\u201d (1\u202fCorintios 1:18).<\/p>\n Al mismo tiempo, para los religiosos progresistas bien intencionados, la tentaci\u00f3n es eliminar el esc\u00e1ndalo, hacer que el evangelio sea m\u00e1s aceptable para las sensibilidades modernas. Es el camino de muchas iglesias liberales. Pero un Cristo domesticado no es el Cristo de la Biblia, sino uno que creamos, no es Cristo en absoluto. Esto inculca la fe como terapia, no como transformaci\u00f3n. Puede apelar a las necesidades que sentimos, pero un Cristo subjetivo no es Salvador ni Se\u00f1or. \u00c9l es simplemente lo que deseamos que sea, en lugar de lo que realmente es.<\/p>\n Un evangelio diluido y agradable es un evangelio falso de todos modos, porque intenta tomar las buenas nuevas sin enfrentar las malas. Como dijo una vez el te\u00f3logo cristiano H. Richard Niebuhr sobre esta tendencia cristiana liberalizadora: \u201cUn Dios sin ira trajo a hombres sin pecado a un Reino sin juicio a trav\u00e9s de las ministraciones de un Cristo sin cruz\u201d. Un evangelio inferior no servir\u00e1.<\/p>\n Vivimos en una naci\u00f3n post cristiana y post moderna. En gran medida, nuestra cultura ya ha sopesado el evangelio y a Dios y los ha encontrado deficientes: un esc\u00e1ndalo tonto de un Libro irrelevante que debe ser rechazado. Tambi\u00e9n vivimos en una \u00e9poca de ofensas f\u00e1ciles. Una sociedad construida sobre los derechos personales tiene poca tolerancia por la culpa personal. El evangelio ofende porque invade nuestras percepciones de autonom\u00eda y autodeterminaci\u00f3n. Las buenas noticias les parecen malas a algunos porque enfrentan nuestros miedos y exponen nuestro orgullo.<\/p>\n Y debemos dejarlo. Debemos abrazar sin comprometer todo el peso del evangelio de Dios, las buenas noticias con las malas noticias. No puede condenar o restaurar sin romper a algunos y ofender a otros. Si al predicar a Cristo crucificado, Pablo se neg\u00f3 a evitar \u201cel esc\u00e1ndalo de la cruz\u201d, entonces nosotros tampoco deber\u00edamos hacerlo (G\u00e1latas 5:11).<\/p>\n Amados, no se ofendan. \u00a1M\u00e1s bien, seamos un esc\u00e1ndalo para Cristo!<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" \u201c\u00bfCu\u00e1les quiere primero: las buenas o las malas noticias?\u201d Probablemente haya escuchado esa pregunta. 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