{"id":27605,"date":"2021-08-31T14:21:16","date_gmt":"2021-08-31T20:21:16","guid":{"rendered":"https:\/\/baonline.cog7engage.net\/?p=27605"},"modified":"2023-08-29T11:53:21","modified_gmt":"2023-08-29T17:53:21","slug":"un-reino-de-paz","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/baonline.cog7engage.net\/es\/un-reino-de-paz\/","title":{"rendered":"Un Reino de Paz"},"content":{"rendered":"
En 1972, Harold (no es su nombre real) recibi\u00f3 su tarjeta de reclutamiento d\u00e1ndole la bienvenida a la Guerra de Vietnam. Nuestra familia hab\u00eda estado temiendo este d\u00eda durante varios a\u00f1os, ya que Harold ten\u00eda problemas con el asunto de la guerra y se negaba a participar en ella.<\/p>\n
Adem\u00e1s de esto, el joven Harold es el Forest Gump de nuestra familia y, como tal, apenas puede funcionar. Ahora, a los 67 a\u00f1os, Harold todav\u00eda no conduce, no puede vivir solo, nunca ha tenido una cita y finalmente tuvo su primer baile hace dos a\u00f1os, con su sobrina el d\u00eda de su boda.<\/p>\n
Las personas que no van a la guerra se conocen como objetores por motivos de conciencia. La situaci\u00f3n de Harold era grave y peligrosa, ya que mental y emocionalmente era incapaz de comprender la vida, y mucho menos el servicio militar y la guerra. Si Harold hubiera sido reclutado y hubiera ido a la batalla, simplemente habr\u00eda sido un cordero de sacrificio en el altar de primera l\u00ednea de la muerte militar. Otra muerte en otra guerra humana in\u00fatil.<\/p>\n
No todo el mundo es como Harold en sus capacidades mentales, pero aun as\u00ed se niegan a participar en la guerra. Creen que la meta de Dios deber\u00eda ser nuestra meta: \u00c9l hace cesar las guerras hasta los confines de la tierra; quiebra el arco, parte la lanza, y quema los carros en el fuego\u201d (Salmo 46: 9). En el reino milenial de Dios, no habr\u00e1 m\u00e1s guerras y no se enviar\u00e1 a j\u00f3venes a morir por su pa\u00eds.<\/p>\n
\u00c9l juzgar\u00e1 entre las naciones,
\nY har\u00e1 decisiones por muchos pueblos.
\nForjar\u00e1n sus espadas en rejas de arado,
\nY sus lanzas en podaderas.
\nNo alzar\u00e1 espada naci\u00f3n contra naci\u00f3n,
\nNi se adiestrar\u00e1n m\u00e1s para la guerra (Isa\u00edas 2: 4).<\/p>\n
Nuestro patriotismo natural y amor por nuestra patria son parte de nuestra herencia. Sin embargo, Dios tiene algo mejor para nosotros: \u201cPorque \u00c9l nos libr\u00f3 del dominio de las tinieblas y nos traslad\u00f3 al reino de Su Hijo amado\u201d (Colosenses 1:13). El gobierno de Dios est\u00e1 libre de tinieblas, pero no pensamos con frecuencia en nuestro papel actual dentro de \u00e9l. Todav\u00eda, Pablo nos recuerda, \u201csomos embajadores de Cristo\u201d (2 Corintios 5:20).<\/p>\n
Nuestro patriotismo natural y nuestra prioridad deben ser para Dios y Su reino. Piense en esta analog\u00eda. Los embajadores del pa\u00eds A no pueden convertirse en soldados del pa\u00eds B sin renunciar a su ciudadan\u00eda en el pa\u00eds A. \u00bfNo contradice la participaci\u00f3n de un cristiano en el ej\u00e9rcito de un pa\u00eds secular su ciudadan\u00eda en el cielo (Filipenses 3:20)?<\/p>\n
Cuando uno se une al ej\u00e9rcito de una naci\u00f3n, debe jurar lealtad a ese pa\u00eds por encima de todos los dem\u00e1s. En el ej\u00e9rcito, uno pierde su libertad. Se deben obedecer las \u00f3rdenes que no honran nuestra lealtad al reino de Dios.<\/p>\n
Con respecto a la guerra, el libro En Esto Creemos<\/em> declara lo siguiente \u201c. . . los creyentes deben considerar la participaci\u00f3n en la guerra f\u00edsica como contraria al llamado humanitario de un cristiano\u00bb. El cristianismo y la guerra son como el aceite y el vinagre: no se mezclan bien.<\/p>\n Matar y torturar al enemigo no es un acto de humanitarismo. En Su \u00faltima noche en esta tierra, Jes\u00fas le dijo a Pilato: \u201cMi reino no es de este mundo. Si Mi reino fuera de este mundo, entonces Mis servidores pelear\u00edan para que Yo no fuera entregado a los jud\u00edos. Pero ahora Mi reino no es de aqu\u00ed\u201d (Juan 18:36).<\/p>\n Pablo lleva esto a\u00fan m\u00e1s all\u00e1: \u201cPues aunque andamos en la carne, no luchamos seg\u00fan la carne\u201d (2 Corintios 10: 3). Jes\u00fas nos dice que no peleemos, y Pablo nos advierte contra eso. \u00a0<\/sup><\/strong><\/p>\n A lo largo de los siglos, la iglesia ha argumentado, incluso entre sus miembros, la validez de ir a la guerra. A finales del 300 d.C., Agust\u00edn de Hipona desarroll\u00f3 la teor\u00eda de la \u00abguerra justa\u00bb. Seg\u00fan el Diccionario Evang\u00e9lico de Teolog\u00eda<\/em>, la teor\u00eda \u00abno pretend\u00eda defender la guerra, sino limitar las condiciones en las que los cristianos pod\u00edan participar, aceptando la guerra como una herramienta lamentablemente necesaria para preservar la civilizaci\u00f3n a la que pertenec\u00eda el cristianismo\u00bb.<\/p>\n Si bien esta teor\u00eda se ha utilizado para justificar la guerra, no est\u00e1 en acorde con el gobierno actual de Dios ni con el venidero. Tiene la intenci\u00f3n de preservar la civilizaci\u00f3n de nuestra sociedad actual, pero esto contrasta con Jesucristo y Su mensaje evang\u00e9lico del reino venidero de Dios.<\/p>\n R.G. Clouse escribe en el Diccionario Evang\u00e9lico de Teolog\u00eda<\/em> que la guerra es \u201cUna lucha entre grupos rivales, usando armas, que puede reconocerse como un conflicto legal. Seg\u00fan esta definici\u00f3n, los disturbios o actos individuales de violencia no son guerras, sino que se incluir\u00edan la rebeli\u00f3n armada dentro de soberan\u00edas particulares y las luchas violentas entre naciones\u00bb.<\/p>\n \u00bfEs la paz simplemente la ausencia de guerra? C. L. Feinberg declara en el Diccionario Evang\u00e9lico de Teolog\u00eda<\/em>, \u00abLa paz se refiere a la salud, la prosperidad, el bienestar, la seguridad, as\u00ed como el respiro de la guerra (Eclesiast\u00e9s 3: 8; Isa\u00edas 45:7)\u00bb. Nuestra sociedad no conoce una paz verdadera y duradera. Simplemente hemos estado entre guerras desde la ca\u00edda de la gracia en el Jard\u00edn del Ed\u00e9n. Note al profeta Jerem\u00edas cuando profetiz\u00f3 contra Israel: \u201cDiciendo: \u201cPaz, paz\u201d, Pero no hay paz\u201d (Jerem\u00edas 8:11). Hoy no vivimos en un mundo de paz. Nuestro mundo est\u00e1 continuamente en guerra.<\/p>\n Y fue arrojado el gran drag\u00f3n, la serpiente antigua\u00a0que se llama Diablo y Satan\u00e1s, el cual enga\u00f1a al mundo entero. Fue arrojado a la tierra\u00a0y sus \u00e1ngeles fueron arrojados con \u00e9l.<\/p>\n Como cristianos, estamos llamados a una guerra diferente. Como embajadores de Cristo, tenemos el deber de participar en la guerra espiritual. Luchamos por Dios en el frente espiritual. Pablo dijo: \u201cPorque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas <\/em>espirituales de maldad en las regiones<\/em> celestes\u201d (Efesios 6:12). Nuestra guerra como ciudadanos del cielo no debe ser f\u00edsica sino espiritual.<\/p>\n Nuestro enemigo es m\u00e1s astuto y enga\u00f1oso que cualquier ej\u00e9rcito humano de destrucci\u00f3n masiva. Es capaz de enga\u00f1ar al mundo entero. El ap\u00f3stol Juan escribi\u00f3: \u201cY fue arrojado el gran drag\u00f3n, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satan\u00e1s, el cual enga\u00f1a al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus \u00e1ngeles fueron arrojados con \u00e9l\u201d (Apocalipsis 12: 9). S\u00ed, los cristianos van a la guerra, pero nuestra guerra es espiritual. Luchamos contra el enga\u00f1o mundano del diablo a diario.<\/p>\n Nuestro llamado es predicar el evangelio de paz, el reino presente, el reino milenial venidero y el reino eterno de Dios. Jes\u00fas lo describi\u00f3 como un llamado humanitario de amor. En Su \u00faltima noche de vida humana, parti\u00f3 el pan, bebi\u00f3 de la copa y lav\u00f3 humildemente los pies de los disc\u00edpulos. Uno de los \u00faltimos actos de Jes\u00fas fue dar una nueva ley a Sus disc\u00edpulos: \u201cQue se amen los unos a otros\u201d; que como Yo los he amado, as\u00ed tambi\u00e9n se amen los unos a los otros. En esto conocer\u00e1n todos que son Mis disc\u00edpulos, si se tienen amor los unos a los otros\u201d (Juan 13:34, 35).<\/p>\n Nuestro llamado cristiano se trata de amar a nuestro pr\u00f3jimo, no de matar a nuestros enemigos. Jes\u00fas nos dio Sus dos grandes mandamientos: amar a Dios con todo nuestro coraz\u00f3n y amar a nuestro pr\u00f3jimo como a nosotros mismos (Mateo 22:37-39). No se pueden cumplir estos mandamientos uni\u00e9ndose al ej\u00e9rcito y matando al enemigo.<\/p>\n Mi visi\u00f3n personal de la guerra y la paz difiere de la de muchos creyentes. Soy un pacifista y no estoy dispuesto a tomar las armas por mi pa\u00eds. Como ciudadano, voto y uso los sistemas judiciales como lo hizo Pablo, pero mi lealtad gubernamental personal es hacia Dios y Su reino eterno.<\/p>\n Soy un guerrero cristiano dispuesto a emprender la batalla espiritual por mi Dios y Su reino. Afirmo lo que Calvin Burrell ha escrito en el libro En Esto Creemos<\/em>: \u00abCristo vino armado con una cosmovisi\u00f3n diferente, un enfoque diferente para la resoluci\u00f3n de conflictos y un reino diferente que no depende del poder f\u00edsico para su apoyo o defensa\u00bb.<\/p>\n La Iglesia de Dios (S\u00e9ptimo D\u00eda) incluy\u00f3 una \u00abcl\u00e1usula de excepci\u00f3n\u00bb sobre el uso de la fuerza en nuestra declaraci\u00f3n sobre lo que creemos, y, como padre, la apoyo de todo coraz\u00f3n:<\/p>\n Sin embargo, nuestros puntos de vista no son tan pacifistas como los de quienes sugieren que los cristianos nunca deben recurrir a la violencia f\u00edsica para resistir el mal, ni siquiera para defender a sus familias o para desempe\u00f1ar las funciones como polic\u00eda civil.<\/p>\n \u00bfQu\u00e9 pasa con la guerra y la paz? \u00bfQu\u00e9 hay de Harold, quien probablemente habr\u00eda perdido la vida sin comprender completamente por qu\u00e9? \u00bfQu\u00e9 hay de ti, de m\u00ed y de toda la humanidad?<\/p>\n \u00bfNo hay algo mejor para nosotros que la guerra carnal? Como embajadores de Jes\u00fas y Su reino, decimos: \u00a1S\u00ed! Y cuando Su reino llegue plenamente, \u201c\u00c9l enjugar\u00e1 toda l\u00e1grima de sus ojos, y ya no habr\u00e1 muerte, ni habr\u00e1 m\u00e1s duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado\u201d (Apocalipsis 21:4).<\/p>\n Finalmente, podremos decir \u201cPaz, paz\u201d cuando haya paz.<\/p>\n <\/p>\n Las citas b\u00edblicas son de la versi\u00f3n Nueva Biblia de las Am\u00e9ricas<\/em> (NBLA)<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" En 1972, Harold (no es su nombre real) recibi\u00f3 su tarjeta de reclutamiento d\u00e1ndole la bienvenida a la Guerra de Vietnam. Nuestra familia hab\u00eda estado temiendo este d\u00eda durante varios a\u00f1os, ya que Harold ten\u00eda problemas con el asunto de la guerra y se negaba a participar en ella. 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Guerra justa<\/strong><\/h2>\n
Guerra y paz<\/strong><\/h2>\n
Guerra espiritual<\/strong><\/h2>\n
El llamado cristiano<\/strong><\/h2>\n
Punto de vista personal<\/strong><\/h2>\n
Paz verdadera<\/strong><\/h2>\n