Antes de Su crucifixi\u00f3n y muerte, Jes\u00fas oraba a Su Padre por Su pueblo:<\/p>\n
\u201cY ya no estoy en el mundo; mas \u00e9stos est\u00e1n en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, gu\u00e1rdalos en tu nombre, para que sean uno, as\u00ed como nosotros\u201d (Juan 17:11).<\/p>\n
El a\u00f1o pasado, despertamos a una nueva y extra\u00f1a normalidad. Pasamos de tener planes, visitar lugares sin pensarlo, y sonre\u00edr a la gente, a evitar a la gente y el contacto visual, incapaces de ver las expresiones de sus rostros.<\/p>\n
Cuando les digo a mis hijos que se mantengan a seis pies de distancia de personas extra\u00f1as en las aceras, hacen un obvio y amplio c\u00edrculo y se alejan de ellos. No puedo evitar sentir tristeza cuando veo a mis hijos que evitan el contacto humano como si eso fuera algo normal.<\/p>\n
Incluso antes de la llegada de COVID, muchos ya estaban luchando con una terrible soledad, con la p\u00e9rdida de una comunidad y prop\u00f3sito. Un art\u00edculo de National Geographic de julio del 2020 se titula: \u201cNo estamos hechos para esta nueva normalidad. Y afirma, \u201cEn tiempos peligrosos, nuestro impulso humano m\u00e1s profundo es acercarnos unos a otros, lo mismo que se nos ha dicho que no hagamos\u201d.<\/p>\n
La Biblia sostiene esto. Dios dijo en el Jard\u00edn del Ed\u00e9n que no es bueno que el hombre est\u00e9 solo. Lo mismo es cierto en cuanto a las iglesias. A pesar de las restricciones de distancia, \u00bfestamos unidos en prop\u00f3sito en estos tiempos tan dif\u00edciles como la iglesia que somos? Hay muchas creencias, identidades y formas de ver este mundo. Sin embargo, como comunidad de fe, nuestra identidad est\u00e1 en Cristo y en nada m\u00e1s, y debemos reflejar ese mensaje a los dem\u00e1s.<\/p>\n
Estamos llamados a ser luces en un lugar oscuro. La luz es lo opuesto a la oscuridad, una ciudad en una colina, resplandecientes hijos de luz, no muy diferentes a las luci\u00e9rnagas que vuelan en la noche. En ocasiones, en los apacibles susurros de la noche de una ciudad llena de luces, las luci\u00e9rnagas son dif\u00edciles de verse porque hay demasiada luz. A pesar de ello, si observan con atenci\u00f3n, se pueden ver brillando entre los arbustos, record\u00e1ndonos la luz de Dios.<\/p>\n
Las luci\u00e9rnagas espirituales reflejan la luz de Dios, y hacen algo m\u00e1s: Resisten a sus enemigos pac\u00edficamente, luchando por la verdadera luz, aunque todo lo que se pueda ver sea la oscuridad que envuelve su brillo encantador.<\/p>\n
Hay tanta informaci\u00f3n hoy en d\u00eda. Hay informaci\u00f3n bastante buena, pero mucha no lo es. Esta es una advertencia para nosotros. Como cristianos, estamos en el mundo, pero no somos del mundo (Juan 17:14-16). Estamos llamados a estar apartados, lo cual incluye analizar adecuadamente la vasta informaci\u00f3n y la pol\u00edtica, y no contribuir a la violencia porque ya el mundo est\u00e1 luchando con eso mismo. \u00bfPodremos ser como las luci\u00e9rnagas en este mundo de tinieblas? A veces las luci\u00e9rnagas pierden su camino, pero de alguna manera encuentran la forma de volver a su prop\u00f3sito original y encontrar otras luces de verdad para su pac\u00edfica causa. De igual forma tambi\u00e9n nosotros debemos hacerlo.<\/p>\n
El mundo es un entorno aterrador y vol\u00e1til. El miedo y la ira sacan lo peor de nosotros. Aunque Dios nos hizo a Su imagen, me pregunto hasta qu\u00e9 punto, incluyendo el pueblo de Dios, hemos ca\u00eddo de esa imagen. Tambi\u00e9n nos vemos atrapados en la intensidad de elegir bandos causando divisiones. Nuestras mentes se desv\u00edan de Cristo. Pero la verdad es que nuestra ciudadan\u00eda est\u00e1 en el cielo, y debemos dar testimonio al mundo de esa ciudadan\u00eda.<\/p>\n
Como representantes de Cristo, somos llamados a ser esa ciudad en la colina, irreprochables. Cuando Pablo escribe que \u201cno damos a nadie ninguna ocasi\u00f3n de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado\u201d (2 Corintios 6:3), est\u00e1 diciendo que hay otro camino diferente al del odio y la ira. La paz y que el amor sin prejuicios a los dem\u00e1s es posible, pero tristemente, nuestros propios deseos carnales alimentan inconscientemente al dios de este mundo (4:1-4). \u00c9l prefiere mantenernos en esclavitud antes que permitirnos renunciar a nuestros deseos mundanos. Nuestra esperanza est\u00e1 en un nuevo cielo y una nueva tierra, libres de sufrimiento y muerte. Pero como cristianos, con demasiada frecuencia nos vemos atrapados en la pol\u00edtica del mundo, esperando que \u00e9sta posea la soluci\u00f3n a todo nuestro sufrimiento.<\/p>\n
Una cosa que nos ayudar\u00e1 a centrarnos es Filipenses 2:3. Pablo dice que no hagamos nada por contienda o vanagloria, sino que consideremos a los dem\u00e1s como superiores a nosotros mismos, en la humildad de la mente. Por lo tanto, debemos buscar la humildad en nuestras acciones y en nuestras palabras, y buscar el verdadero significado de la empat\u00eda.<\/p>\n
Una se\u00f1al de la genuina humanidad cristiana es sentir verdaderamente el dolor de otro miembro de la comunidad. Pero si la empat\u00eda y la humildad no se ven entre los creyentes, arruinamos nuestro testimonio ante aquellos que est\u00e1n fuera de la iglesia.<\/p>\n
La humildad comienza con el yo, as\u00ed que no debemos nunca olvidar mantener nuestros ojos en el ejemplo de Cristo. En una sociedad de constante desinformaci\u00f3n, donde se tuercen las palabras y se empa\u00f1a la imagen de Cristo, debemos mirar c\u00f3mo vivi\u00f3 Cristo para poder filtrar, analizar y, en \u00faltima instancia, perdonar a los que nos hacen da\u00f1o. Esto ayudar\u00e1 a que nuestra luz brille.<\/p>\n
El mundo disfruta hacernos sentir verg\u00fcenza por los pecados pasados. Con demasiada frecuencia, los de car\u00e1cter malvado abusan del ideal cristiano del amor y perd\u00f3n, incluso aquellos que dicen ser hermanos. Por lo tanto, \u00bfpodemos decir que la iglesia es un lugar de refugio? \u00bfPodemos expresar nuestras luchas abiertamente sin temor a ser juzgados por otros en nuestra comunidad cristiana? No tener esta libertad afecta nuestro impacto como luci\u00e9rnagas.<\/p>\n
En el mundo, la iglesia deber\u00eda ser ese lugar de refugio, un escondite (Salmo 32:7). Pero, todav\u00eda tengo que encontrar una iglesia realmente segura, libre de condenas e ira. En cambio, a menudo encuentro miedo y paranoia a lo desconocido. Un sentido de pensamiento cr\u00edtico y de discusi\u00f3n honesta parecen casi imposibles de encontrar en muchos c\u00edrculos de la iglesia. Tristemente, a menudo encuentro m\u00e1s apertura, m\u00e1s amor y empat\u00eda por el pr\u00f3jimo en los c\u00edrculos seculares. \u00bfC\u00f3mo es posible?<\/p>\n
A medida que el mundo occidental se vuelve cada vez m\u00e1s secular, el deseo innato en todos nosotros es la comunidad. Cuando la iglesia fracasa en ser ese \u201crefugio\u201d de seguridad, humildad y amor, la gente buscar\u00e1 en otro lugar su prop\u00f3sito y pertenencia.<\/p>\n
Obviamente, algunos lineamientos no deben tomarse moral o doctrinalmente. Esto puede orillar a que una persona abandone sus tradiciones y su comunidad, porque los caminos de Cristo no son los del mundo. Pero, cuando reaccionamos a las cr\u00edticas de los dem\u00e1s hacia los cristianos de una manera pac\u00edfica y amorosa, actuamos como ministros de la luz de Cristo, proclamando otra forma de hacer las cosas.<\/p>\n
No existe una comunidad cristiana perfecta, y hay muchos que toman decisiones equivocadas, lo que tristemente afecta a todos los que se dicen pertenecer a Cristo. No obstante, debemos reconocer los pecados cometidos por otros en nombre de Cristo, pero nunca sentirnos humillados por ellos. Como Cristo dijo, por sus frutos los conocer\u00e9is (Mateo 7:16).<\/p>\n
Los hechos hablan m\u00e1s que las palabras. La buena doctrina no lleva a la gente a Cristo (aunque es muy \u00fatil), sino c\u00f3mo vivimos para los dem\u00e1s como luces resplandecientes. Las personas transformadas nos conducen a una comunidad transformada. Todos somos capaces de tomar malas decisiones. Cuando eso pasa es m\u00e1s heroico decir \u201clo siento\u201d, en lugar de aparentar como si tuvi\u00e9ramos todo bajo control.<\/p>\n
\u00bfPodemos vivir cada d\u00eda acogiendo al desconocido, confiados en que tenemos a Jes\u00fas, quien no conoci\u00f3 pecado pero que fue tentado en todos los sentidos como nosotros? Nuestro pasado no es lo que nos define. Sin embargo, debemos aprender de \u00e9l para que pueda influir positivamente en el presente y en el futuro. Estaremos en yugo desigual con el mundo si vivimos como si las soluciones a nuestros problemas del pasado pudieran encontrarse en otra parte que no sea el perd\u00f3n reconciliador de uno mismo y de los dem\u00e1s, que s\u00f3lo encontramos en Cristo
\n(2 Corintios 6:14).<\/p>\n
El mundo bajo las tinieblas de satan\u00e1s se resiste al perd\u00f3n y busca incesantemente denigrarnos por nuestros pecados pasados. Esto es perjudicial para todos. La victimizaci\u00f3n deja a la gente en una continua par\u00e1lisis, sin esperanza a la vista. La soluci\u00f3n a nuestros problemas debe enfocarse en el futuro, como dice Pablo, \u201colvidando ciertamente lo que queda atr\u00e1s, y extendi\u00e9ndome a lo que est\u00e1 delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jes\u00fas\u201d (Filipenses 3:13, 14).<\/p>\n
Por lo tanto, nuestra identidad y nuestra ciudadan\u00eda est\u00e1n en Cristo. Independientemente de nuestro pasado, de nuestras malas decisiones, incluso de las decisiones de otros que empa\u00f1an nuestra imagen, \u00bfpodemos decir honestamente que seguimos el ejemplo de Cristo de humildad, amor y paz?<\/p>\n
El mundo no cambiar\u00e1; permanecer\u00e1 en tinieblas incluso despu\u00e9s de que el COVID se haya ido. Pero Jes\u00fas nunca nos dijo que cambi\u00e1ramos al mundo. Pero si dijo que somos nosotros los que debemos cambiar, por la gracia de Dios y la ayuda del Esp\u00edritu Santo. \u00a1Hacer esto nos ayudar\u00e1 a brillar como luci\u00e9rnagas en la oscuridad!<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
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