\u00bfQu\u00e9 te motiva? \u00bfQu\u00e9 te impulsa a hacer lo que haces? \u00bfQu\u00e9 te motiva a actuar? Estas preguntas surgen cada vez que leo 2 Corintios 5. Este pasaje me cautiva tanto, que planeo escribir seis art\u00edculos sobre \u00e9l en el Abogado de la Biblia de este a\u00f1o. Es convincente, sobre todo porque comienza con Pablo diciendo que el amor de Cristo motiva a sus seguidores a vivir por algo m\u00e1s grande que ellos mismos: El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno muri\u00f3 por todos, y por consiguiente todos murieron. Y \u00c9l muri\u00f3 por todos, para que los que viven ya no vivan por s\u00ed, sino para el que muri\u00f3 por ellos y fue resucitado\u201d (vv.14, 15).<\/p>\n
Lo que sigue es la s\u00faplica apasionada de Pablo por aquellos que han recibido el amor de Cristo para compartir su amor con el mundo, para abrazar el ministerio y el mensaje de la reconciliaci\u00f3n. Cada verso del pasaje est\u00e1 lleno de significado, algunos de los cuales ser\u00e1n entregados en los pr\u00f3ximos art\u00edculos. Pero comencemos con esta palabra: obligar<\/em>. En ingl\u00e9s, comunica la idea de ser forzado, persuadido u obligado a hacer algo. Estas palabras intentan expresar el rango de significado en la palabra griega synech<\/em>\u014d<\/em>.<\/p>\n <\/p>\n A lo largo del Nuevo Testamento, esta palabra se refiere a aquellos afectados o vencidos por enfermedad o miedo, a los hombres que golpearon y se burlaron de Jes\u00fas, y al impulso interno que lo llev\u00f3 a la cruz a pesar de Su sufrimiento. Se refiere a aquellos que apedrearon a Esteban tap\u00e1ndose los o\u00eddos, oblig\u00e1ndose a no escuchar sus palabras. Lucas tambi\u00e9n usa synech\u014d<\/em> para describir la compulsi\u00f3n interna de Pablo para compartir el evangelio. Curiosamente, Pablo usa la palabra dos veces. Una vez en Filipenses para expresar c\u00f3mo est\u00e1 dividido entre dos deseos: uno para mantenerse vivo y ministrar, y el otro para morir y estar con Cristo. La otra ocasi\u00f3n est\u00e1 aqu\u00ed en 2 Corintios para describir la forma en que el amor de Cristo nos obliga a vivir para \u00c9l.<\/p>\n Entre los usos metaf\u00f3ricos de obligar<\/em> en griego est\u00e1n los siguientes: ser retenido cercanamente, estar estrechamente ocupado con cualquier negocio, estar afligido con algo, instar. Al leer la s\u00faplica de Pablo a los corintios, percibimos cada uno de estos significados. El amor de Cristo es como una multitud que nos empuja hacia adelante, como un bote atravesado por una recta estrecha, como un polic\u00eda arrest\u00e1ndonos, como una enfermedad que abruma nuestro cuerpo, como un negocio que monopoliza nuestras ambiciones, como una necesidad urgente que debe satisfacerse. El amor de Cristo nos obliga. Nos motiva Nos conmueve. Nos hace vivir de cierta manera.<\/p>\n <\/p>\n \u00bfQu\u00e9 es este amor que nos captura y nos obliga a vivir? Pablo simplemente dice que es el amor de Cristo. El amor de Cristo que lo trajo a la tierra y lo llev\u00f3 a la cruz. El amor de Cristo que lo hizo vaciarse de sus privilegios divinos para llegar a ser como su creaci\u00f3n para salvarlos del pecado y la muerte.<\/p>\n Jes\u00fas lo dijo de esta manera:<\/p>\n \u201cPorque tanto am\u00f3 Dios al mundo que dio a su Hijo unig\u00e9nito, para que todo el que cree en \u00e9l no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16, 17).<\/p>\n Y el ap\u00f3stol Juan lo describi\u00f3 as\u00ed:<\/p>\n As\u00ed manifest\u00f3 Dios su amor entre nosotros: en que envi\u00f3 a su Hijo unig\u00e9nito al mundo para que vivamos por medio de \u00e9l. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que \u00e9l nos am\u00f3 y envi\u00f3 a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perd\u00f3n de nuestros pecados (1 Juan 4:9, 10).<\/p>\n Este es el amor de Cristo que vive y muere y resucita para salvar. Ha inspirado miles de poemas y canciones, como \u201cEl amor de Dios\u201d de Frederick Martin Lehman, que describe la amplitud y profundidad del amor de Dios en su verso final:<\/p>\n Si fuera tinta todo el mar<\/p>\n Y todo el cielo un gran papel<\/p>\n Y cada hombre un escritor<\/p>\n Y cada hoja un pincel Se vaciar\u00eda el mar;<\/p>\n Y ni los cielos con su anchor<\/p>\n Podr\u00eda el rollo abarcar.<\/p>\n Este amor no es una \u201cfantas\u00eda o un sentimiento\u201d sino una acci\u00f3n de entrega, sacrificio, priorizando el bien de la persona amada. Lo amamos porque \u00c9l nos am\u00f3 primero. Pero el amor de Dios no est\u00e1 destinado a ser simplemente dado a nosotros y devuelto a \u00c9l. Como Juan contin\u00faa en su carta, \u201cQueridos hermanos, ya que Dios nos ha amado as\u00ed, tambi\u00e9n nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jam\u00e1s a Dios, pero, si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente\u201d (vv.11, 12).<\/p>\n Esto es amor divino, amor que crece, da y saluda al otro. Este es el amor que Pablo elogia en 2 Corintios 5, amor que nos impulsa a vivir para Cristo y para el mundo que Cristo ama. Jes\u00fas muri\u00f3 por nosotros. A medida que nos unimos a \u00c9l en la muerte, nos levantamos a una nueva vida en \u00c9l con un nuevo prop\u00f3sito para nuestras vidas. Ya no vivimos para nosotros mismos; ahora vivimos para el que muri\u00f3 por nosotros. Y nos damos cuenta de que no muri\u00f3 solo por nosotros sino tambi\u00e9n por todo el mundo. Entonces vivimos en amor por ellos en Su nombre.<\/p>\n <\/p>\n Aqu\u00ed es donde todo comienza. Antes de discutir los detalles de c\u00f3mo ser\u00eda para nosotros ser mensajeros y ministros de la reconciliaci\u00f3n, comenzamos aqu\u00ed con amor. Sin \u00e9l, no hay raz\u00f3n, no hay motivaci\u00f3n, no hay fuerza impulsora para hacernos vivir para alguien que no sea nosotros mismos.<\/p>\n Con \u00e9l, no nos atrevemos a seguir viviendo para nosotros mismos o para, nada menos que la persona y la obra de Jesucristo.<\/p>\n Y aqu\u00ed est\u00e1 el incre\u00edble desaf\u00edo de la apasionada s\u00faplica de Pablo en 2 Corintios 5:14-21. Si no estamos actuando como embajadores de Cristo, \u00bfqu\u00e9 dice eso de nosotros? Si no estamos practicando el ministerio y predicando el mensaje de reconciliaci\u00f3n, \u00bfpor qu\u00e9 no lo hacemos? Si no estamos encarnando una nueva creaci\u00f3n en Cristo, \u00bfqu\u00e9 estamos haciendo? Al contrario de una gran parte de la historia cristiana y de nuestra propia pr\u00e1ctica cristiana, el evangelismo no es simplemente una tarea de la iglesia o un deber especializado para los s\u00faper cristianos. No es algo a lo que debemos estar espec\u00edficamente llamados o especialmente dotados. Es la respuesta fundamental de los seguidores de Cristo al amor de Dios,<\/p>\n \u201cSi ustedes me aman, obedecer\u00e1n mis mandamientos. Y yo le pedir\u00e9 al Padre, y \u00e9l les dar\u00e1 otro consolador para que los acompa\u00f1e siempre: el Esp\u00edritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes s\u00ed lo conocen, porque vive con ustedes y estar\u00e1 en ustedes. No los voy a dejar hu\u00e9rfanos; volver\u00e9 a ustedes\u201d (Juan 14:15-18).<\/p>\n <\/p>\n Por amor a Cristo obedecemos Sus mandamientos, confiando en \u00c9l por la presencia del Esp\u00edritu Santo, que le permite a Cristo mismo vivir dentro de nosotros. Esta conexi\u00f3n \u00edntima entre el amor, la obediencia, el Esp\u00edritu y ser los mensajeros de Cristo es evidente aqu\u00ed en Juan 14 y nuevamente en la versi\u00f3n de la Gran Comisi\u00f3n de Juan:<\/p>\n \u00a1La paz sea con ustedes!, repiti\u00f3 Jes\u00fas. Como el Padre me envi\u00f3 a m\u00ed, as\u00ed yo los env\u00edo a ustedes\u201d. Acto seguido, sopl\u00f3 sobre ellos y les dijo:\u201d Reciban el Esp\u00edritu Santo. A quienes les perdonen sus pecados, les ser\u00e1n perdonados; a quienes no se los perdonen, no les ser\u00e1n perdonados\u201d (20:21-23).<\/p>\n Tambi\u00e9n lo vemos en la Gran Comisi\u00f3n de Mateo:<\/p>\n Jes\u00fas se acerc\u00f3 entonces a ellos y les dijo: \u201cSe me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan disc\u00edpulos de todas las naciones, bautiz\u00e1ndolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp\u00edritu Santo, ense\u00f1\u00e1ndoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estar\u00e9 con ustedes siempre, hasta el final del mundo\u201d (28:18-20).<\/p>\n Y mira, aqu\u00ed est\u00e1 de nuevo en la versi\u00f3n de Lucas: \u201cPero, cuando venga el Esp\u00edritu Santo sobre ustedes, recibir\u00e1n poder y ser\u00e1n mis testigos tanto en Jerusal\u00e9n como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra\u201d (Hechos 1:8).<\/p>\n <\/p>\n Jes\u00fas vino a esta tierra con una misi\u00f3n, la mism\u00edsima misi\u00f3n de Dios, redimir y restaurar toda Su creaci\u00f3n de los terribles efectos del pecado y la muerte. El tiempo de Jes\u00fas en la tierra no fue el final de esta misi\u00f3n, sino el principio del fin, un final que ha confiado a Sus seguidores. Investidos por Su Esp\u00edritu y motivados por Su amor, compartimos ese amor con el mundo, viviendo para Aquel que muri\u00f3 por nosotros.<\/p>\n Esta es la esencia de lo que significa amar a Dios, obedecer Sus mandamientos, estar lleno de Su Esp\u00edritu. \u00a1El amor de Cristo nos impulsa!<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" \u00bfQu\u00e9 te motiva? \u00bfQu\u00e9 te impulsa a hacer lo que haces? \u00bfQu\u00e9 te motiva a actuar? Estas preguntas surgen cada vez que leo 2 Corintios 5. Este pasaje me cautiva tanto, que planeo escribir seis art\u00edculos sobre \u00e9l en el Abogado de la Biblia de este a\u00f1o. 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El amor de Cristo<\/h2>\n
\nAl intentar contar Su amor<\/p>\nDesaf\u00edo<\/h2>\n
Misi\u00f3n<\/h2>\n
Encargado<\/h2>\n