Los evangelios nos dicen que Jes\u00fas escogi\u00f3 a doce disc\u00edpulos y los envi\u00f3 a predicar (Marcos 3:14). Este no fue un llamado temporal. Antes de ascender al cielo, Jes\u00fas les confirm\u00f3: \u201cMe ser\u00e9is testigos en Jerusal\u00e9n, en toda Judea, en Samaria y hasta el fin de la tierra\u201d (Hechos 1:8).<\/p>\n
En Pentecost\u00e9s, Pedro testific\u00f3 que Dios hab\u00eda hecho al Jes\u00fas crucificado, Se\u00f1or y Cristo (2:36). Como resultado del testimonio y la exhortaci\u00f3n de Pedro, aproximadamente tres mil personas fueron bautizadas. La creciente iglesia persever\u00f3 en la doctrina de los ap\u00f3stoles, en comuni\u00f3n unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones (vv. 40-42). Lucas enfatiz\u00f3 que el Se\u00f1or a\u00f1ad\u00eda a la iglesia (v. 47). La iglesia da testimonio, pero el Se\u00f1or a\u00f1ade.<\/p>\n
En contraste con esta historia est\u00e1 la siguiente: Pedro y Juan iban al templo a orar, pero un hombre en la puerta les intercept\u00f3 y les pidi\u00f3 dinero (3:1-5). No sabemos su nombre, pero conocemos su condici\u00f3n: no pod\u00eda caminar. \u00c9l depend\u00eda de otros para vivir. Todos los d\u00edas alguien lo pon\u00eda a la entrada y sentado ah\u00ed ped\u00eda limosna. En la primera historia, el Se\u00f1or a\u00f1ad\u00eda milagrosamente a la iglesia. En esta, un hombre cojo se sentaba a la puerta del templo en busca de un milagro. A trav\u00e9s de \u00e9l, el Se\u00f1or continuar\u00eda a\u00f1adiendo a Su iglesia.<\/p>\n
Este hombre yac\u00eda en la puerta llamada La Hermosa, pero la gente no le ve\u00eda. Sab\u00edan de \u00e9l y de su condici\u00f3n, pues \u00e9l hab\u00eda estado all\u00ed durante muchos a\u00f1os. Incluso Pedro y Juan iban a pasar directamente a su lado hacia el templo, pero el hombre les ruega que le dieran algo. \u00c9l no fue llevado al templo para recibir algo de Dios. Su confianza no estaba en el Se\u00f1or sino en la limosna de los hombres. El cojo estaba tan cerca del templo pero muy lejos del Se\u00f1or. Pero ese d\u00eda todo iba a cambiar, no solo para \u00e9l sino para todos los presentes.<\/p>\n
Una vez que el cojo habl\u00f3, Pedro vio la oportunidad para testificar acerca de Jes\u00fas. El hombre esperaba dinero, pero Pedro y Juan no ten\u00edan dinero. Ten\u00edan algo mejor: el Esp\u00edritu Santo. Y en el nombre de Jesucristo, le ordenaron que caminara. Sus pies y tobillos se fortalecieron, el hombre se puso de pie y entr\u00f3 al templo por primera vez, saltando y alabando a Dios, ante el asombro de los espectadores (vv. 6-10).<\/p>\n
Pedro aprovech\u00f3 ese momento maravilloso para testificar a todos los que hab\u00edan presenciado el milagro: \u201cArrepent\u00edos . . . para que vengan de la presencia del Se\u00f1or tiempos de refrigerio\u201d (v. 19, VRV1960).\u00a0 Ese d\u00eda el Se\u00f1or segu\u00eda a\u00f1adiendo a la iglesia.<\/p>\n
El se\u00f1or\u00edo de Cristo es central en la testificaci\u00f3n de la Palabra de Dios. En sus dos libros, Lucas usa a menudo la palabra Se\u00f1or <\/em>(griego: kyrios<\/em>), m\u00e1s de doscientas veces. Kyrios <\/em>es el t\u00edtulo usado para Dios en el Antiguo Testamento, y significa \u201cmaestro soberano\u201d. En Hechos vemos su importancia. Los disc\u00edpulos reconocieron a Jes\u00fas como Se\u00f1or (1:6, 21). Quienquiera que \u201cinvoque el nombre del Se\u00f1or ser\u00e1 salvo\u201d (2:21, NVI). Esteban invoc\u00f3 el nombre del Se\u00f1or en su lapidaci\u00f3n (7:59). El Se\u00f1or envi\u00f3 a Anan\u00edas para recuperar la vista de Pablo (9:27). Y los que creyeron fueron \u201cbautizados en el nombre del Se\u00f1or Jes\u00fas\u201d (8:16; 10:48; 19:5).<\/p>\n Al igual que Pedro y Juan, somos llamados a ser testigos de Jes\u00fas y de Su se\u00f1or\u00edo. Dios tambi\u00e9n nos ha mostrado Su poder. \u00bfCu\u00e1ntas oraciones ha contestado \u00c9l, y cu\u00e1ntos milagros hemos presenciado? Que eso nos motive a predicar el nombre del Se\u00f1or Jes\u00fas. Muchas personas hoy est\u00e1n cerca de templos pero lejos del Se\u00f1or. Permitamos que nuestro testimonio les brinde la oportunidad de creer y ser sanados.<\/p>\n Que el Se\u00f1or contin\u00fae agregando a la iglesia a aquellos que deben ser salvos para Su gloria y honor.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Los evangelios nos dicen que Jes\u00fas escogi\u00f3 a doce disc\u00edpulos y los envi\u00f3 a predicar (Marcos 3:14). Este no fue un llamado temporal. Antes de ascender al cielo, Jes\u00fas les confirm\u00f3: \u201cMe ser\u00e9is testigos en Jerusal\u00e9n, en toda Judea, en Samaria y hasta el fin de la tierra\u201d (Hechos 1:8). En Pentecost\u00e9s, Pedro testific\u00f3 que […]<\/p>\n","protected":false},"author":18,"featured_media":22609,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"sync_status":"","episode_type":"","audio_file":"","castos_file_data":"","podmotor_file_id":"","cover_image":"","cover_image_id":"","duration":"","filesize":"","filesize_raw":"","date_recorded":"","explicit":"","block":"","footnotes":""},"categories":[635,631],"tags":[],"yoast_head":"\n