¿Qué son los salmos imprecatorios? ¿Cómo se aplican a los cristianos de hoy?
Los salmos imprecatorios son aquellos que imprecan. Invocan juicio, calamidad o maldiciones sobre aquellos percibidos como enemigos de Dios y Su pueblo. Los salmos imprecatorios mayores son el 5, 10, 17, 35, 58, 59, 69, 70, 79, 83, 109, 129, 137 y 140.
Comprender cómo se aplican a los cristianos de hoy, con la ética del Nuevo Testamento sobre amar al enemigo, requiere madurez espiritual. Lo más importante es que los cristianos nunca maldicen a sus enemigos. Piden la maldición sobre los enemigos de Dios. Los cristianos de hoy hacen esto a veces cuando oran: “¡Ven, Señor Jesús!” Al hacerlo, pedimos el fin de la injusticia de este mundo, incluso a costa de maldecir a todos aquellos que son injustos.
Obviamente, esta oración es bíblica. Esta pide el regreso de Cristo y la liberación del pueblo de Dios de la maldad de todos los enemigos y que se invoque el juicio de Dios sobre los malvados.
En un podcast de Ligonier Ministries, el Dr. W. Robert Godfrey comentó:
Las imprecaciones del Salterio están dirigidas contra los enemigos de Dios y Sus propósitos, y de Su pueblo. Aún así, eso no elimina por completo el problema. ¿Deberíamos maldecir a los enemigos? Y creo que parte de la respuesta es, bueno, no todo el tiempo. No muchas veces. Necesitamos seguir el equilibrio del Salterio. El Salterio tampoco maldice a los enemigos todo el tiempo. Sin embargo, creo que no debemos sentimentalizar la ética cristiana. Después de todo, Pablo dice en Romanos que amamos a nuestros enemigos para que en el juicio final se amontonen más carbones sobre sus cabezas. Entonces, amar al enemigo no es la eliminación del juicio venidero.
Jesús cargó con la venganza de Dios por los pecados del mundo entero de principio a fin, para aquellos que aceptan Su juicio en lugar del suyo propio. Dietrich Bonhoeffer dijo una vez: “El salmo imprecatorio conduce a la cruz de Jesús y al amor de Dios que perdona a los enemigos. . . . De esta manera Jesús crucificado nos enseña a orar correctamente los salmos imprecatorios”.
Pablo usó imprecaciones: “El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene” (1 Corintios 16:22). “Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Gálatas 1:9). No estamos tomando el asunto en nuestras propias manos, sino más bien expresando confianza en “Jehová es el [que] hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia” (Salmo 103:6).
Entonces, sí, los creyentes pueden orar por juicios temporales severos sobre los enemigos de Dios. Pero deben dejar en manos de Dios la ejecución de tales peticiones. Finalmente, el cristiano puede utilizar los salmos imprecatorios para orar contra aquellas cosas que obstaculizan el avance del reino de Dios en este mundo.
— Anciano Chip Hinds
Nota del editor: para obtener más información sobre este tema, consulte “22 Reasons to Pray the Cursing (Imprecatory) Psalms (22 Razones para Orar los Salmos de Maldición (imprecatorios)” en https://praypsalms.org/22-reasons-to-pray-the-cursing-psalms-b4a85ae40aa9.