La Ferviente Gracia del Padre

La Ferviente Gracia del Padre

Mi cabello enmarañado, mi ropa manchada,

Oliendo a lodo y mugre;

Plagado de hambre que no se alejaba,

Obligado a trabajar en los campos ganaderos.

Mi pueblo lo consideraba un crimen.

Mi herencia robada, todos mis amigos se fueron,

Recordaba a los sirvientes en la casa de mi padre.

Bien alimentados y con un lugar donde descansar.

Ante el dulce pensamiento, me dirigí a casa.

Para limpiarme de los piojos.

Mis labios agrietados, y pies adoloridos,

Aún lejos del repentino y cálido abrazo.

Ojos llenos de lágrimas, derramados por mi padre 

Con amor todavía en su corazón.

Envuelto en las mejores túnicas y sandalias gastadas,

Recordaré siempre Su gracia ferviente.

Kenzie Tenpas writes from Manitou Springs, CO.

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¿Cómo puede Jesús ser divino y, sin embargo, “subordinarse al Padre en rango”, como dice su Declaración de Fe? Edición Actual

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Jason Overman is Editor of Publications of the Bible Advocate Press. After 24 years in the publishing industry (in sales and management) with the Harrison Daily Times, Jason left his general manager’s position to join the BAP family in 2015. He has served in ministry for 30 years and currently pastors the Church of God (Seventh Day) in Jasper, Arkansas, with his wife, Stephanie, and two children, Tabitha and Isaac. Jason enjoys spending time with family and friends, traveling, reading theology, playing his guitar, and taking in the beautiful Ozark Mountains he calls home.

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