¿Es necesario un servicio religioso o certificado legal para que una pareja esté verdaderamente casada ante los ojos de Dios? ¿Qué pasa con los matrimonios de derecho consuetudinario?

¿Es necesario un servicio religioso o certificado legal para que una pareja esté verdaderamente casada ante los ojos de Dios? ¿Qué pasa con los matrimonios de derecho consuetudinario?

 

El matrimonio no es invención de hombres, ni está bajo la autoridad de los gobiernos humanos. La Biblia establece los elementos esenciales del matrimonio, declarándolo desde el principio una institución de Dios. El verdadero matrimonio es mutuo y heterosexual, monógamo y permanente, según la Escritura (Génesis 2:18-25; Mateo 19:1-9).

El matrimonio consensual es un estado legal reconocido por aproximadamente una docena de los cincuenta Estados Unidos. Éste afirma que un hombre y una mujer que viven juntos por un tiempo específico (generalmente siete años) son considerados legalmente casados, incluso si nunca obtuvieron una licencia para casarse, o que nunca fueron unidos en matrimonio ​​por un ministro u otro funcionario calificado. Esto puede tener un propósito útil para algunas parejas que se encuentran ante el estado, pero no es aprobado en la Escritura. Tampoco encontramos en la Biblia una respuesta clara y simple a la pregunta de qué constituye un matrimonio.

Algunos dicen que cuando dos personas, hombre y mujer, tienen relaciones sexuales, se les considera casados ​​ante los ojos de Dios. Este punto de vista simplista no armoniza con muchos textos bíblicos (1 Corintios 7:1-5, por ejemplo) y es irremediablemente inadecuada para cubrir todos los casos.

Una respuesta más útil — y una casi más bíblica — es esta: Cualquier hombre y mujer maduros que decidan casarse de acuerdo con Su plan, y que públicamente (en presencia de testigos) expresen su compromiso con ese matrimonio, pueden ser considerados casados ante los ojos de Dios. Esta es la puerta modelo al matrimonio, una que ha sido defendida durante mucho tiempo por las leyes de la nación-estados fundados principalmente sobre la ética judeocristiana.

La disposición para el matrimonio consensual reconoce una excepción a las leyes vigentes a las que se hace referencia en el párrafo anterior. El matrimonio de derecho consuetudinario debe verse como lo que es: una puerta trasera al matrimonio legal para quienes pasaron por alto la puerta común al santo matrimonio, como lo ha afirmado ampliamente la práctica cristiana.

Los cristianos deben resistir la tendencia del mundo y sostener en alto el estándar de oro del matrimonio como Dios lo instruyó al principio, y como Jesucristo y Sus apóstoles lo confirmaron y aclararon en los escritos del Nuevo Testamento.

Si quedan dudas sobre la importancia de estar correctamente casados ​​ante Dios y otros, recuerde el consejo bíblico de obedecer las leyes de la tierra, que todo lo que no sea de fe es pecado, y que aquellos que saben hacer lo bueno y no lo hacen, les es pecado (Romanos 13:1, 2; 14:23; Santiago 4:17).

— Anciano Calvin Burrell

 

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January-February 2019 La Pequeña Comisión

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Calvin Burrell is former editor of the Bible Advocate and former director of G. C. Missions. He retired in 2015 and lives with his wife, Barb, in Stayton, OR. They attend church in Marion, OR.

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