Cómo Isaías Comunicó las Noticias

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Cuando Jerusalén yacía bajo la sombra del brutal Imperio asirio, el cual ya había conquistado las tribus norteñas de Israel, al profeta Isaías se le dio la difícil tarea de llevar las malas noticias, así como las buenas, al pueblo de Judá. El libro de Isaías no sólo registra esos mensajes, sino también nos muestra un aspecto importante de cómo fueron compartidos.

 

Hijos del profeta

Después de una introducción del llamado y comisión de Isaías, el séptimo capítulo de este libro muestra el mensaje real entregado por Isaías, al igual que los dos hijos del profeta son introducidos. El primogénito de Isaías fue llamado Sear-Jasub, que significa “un remanente volverá” (Isaías 7:3). Su segundo hijo, introducido posteriormente, fue llamado Maher-salal-hasbaz, que significa “el despojo se apresura, la presa se precipita” (8:3). En términos modernos podría decirse que estos dos hijos representaban las buenas y las malas noticias.

Al comienzo de la labor del profeta, Dios instruyó a Isaías a que llevara a Sear-Jasub (buenas nuevas) con él para reunirse con el gobernante de Judá, Acab. Él habría de profetizarle al rey cosas referentes a la inminente invasión de Judá por parte de dos reyes Sirios locales (7:3). El profeta comenzó, “Guarda y repósate; no temas, ni se turbe tu corazón . . .” (v. 4).

Isaías sin titubear introdujo a Sear-Jasub al rey, considerando que el significado del nombre de su primer hijo era de esperanza, así como el mensaje inicial del profeta. Sólo hasta después de este estimulo Isaías introduce las malas noticias que si Judá continuaba en sus caminos rebeldes, Dios traería a los Asirios sobre ellos (vv. 17, 20). Esta mala noticia estaría simbolizada en el segundo hijo de Isaías, Maher-Salal-Hasbaz, cuyo nombre estaba directamente ligado al juicio venidero de Dios (8:7).

Ambos hijos fueron parte del mensaje de Isaías: “He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová, somos por señales y presagios en Israel, de parte de Jehová . . .” (v. 18, énfasis adherido aquí y en los versos siguientes). Dios dirigió el orden de los papeles de ambos hijos. De igual manera que las buenas noticias de esperanza y el retorno eventual de la cautividad fueron comunicados al principio con “un remanente volverá,” así también el segundo, la parte de advertencia del menaje de Isaías fue simbolizada mediante su segundo hijo: “el despojo se apresura, la presa se precipita.”

Esta dualidad del mensaje del profeta es vista a lo largo del libro de Isaías en los oráculos sucesivos, buenos y malos, dados en un ciclo continuo de malas noticias precedidas por noticias positivas y un estimulo. Repetidamente Dios estableció Su papel paternal y Su amor por Sus hijos antes de abordar sus pecados y sus problemas (1:2, 4-17, etc.). Después de enumerar algunos de los pecados de Judá, Dios da nuevamente un mensaje positivo antes de enfatizar más problemas (1:18, 19, 20-31, etc.). Una y otra vez se nos dan las buenas noticias antes de las malas — incluso en versos individuales: “Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia. Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejen a Jehová serán consumidos” (1:27, 28).

 

Dos papeles del Mesías

Este patrón de estimulo primero, y luego el juicio a través de todos los mensajes de Isaías para Judá también se ve claramente en sus profecías respecto al Mesías prometido. Lea por ejemplo Isaías 9 y 11. Ambos muestran las noticias del amor mesiánico precediendo las noticias del juicio mesiánico.

Estas diferentes profecías se refieren a la primera y segunda venida del Mesías, por supuesto. Las buenas nuevas de Aquel que dulcemente ayudaría a los pobres y necesitados en Su primera venida (11:4a; compare con Mateo 11:5), es seguida de las noticias respecto al impenitente: “y herirá la tierra con la vara de Su boca” en Su segunda venida (Isaías 11:4a; compare con Apocalipsis 19:15).

Entendemos, por supuesto, que Jesús hizo juicio en algunas situaciones en Su primera venida (Isaías 11:3; Juan 8:15, 16), y que Su segunda venida eventualmente conducirá a una restauración universal (Isaías 35:6; Apocalipsis 22:2). Sin embargo, el énfasis de los dos papeles de Cristo en Su primera y segunda venida, tal como se ve en las profecías de Isaías, encaja en el mismo patrón que vemos en el simbolismo de los hijos del profeta y sus oráculos a las naciones: primero estimulo, después juicio.

 

Buenas noticias antes de las malas

Isaías, entonces, fue enviado a “proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro . . .” (Isaías 61:2). Debido a que el libro del profeta es largo, con numerosas intuiciones en cómo el profeta dio sus mensajes, obtenemos una clara visión de este principio ausente de buenas/malas noticias en las obras de otros profetas que con frecuencia tienen menos contexto, y son por lo tanto, con frecuencia vistos como profetas de “fatalidad y pesimismo.” Sin embargo, muchos eruditos bíblicos sienten que el principio de comunicar buenas noticias y luego malas, como en el caso de las bendiciones y las maldiciones (Deuteronomio 28), pueda que haya sido seguido por otros profetas en sus exposiciones. Quizá veamos una alusión a esto en las palabras del mismo Cristo: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos. . . y no quisiste!” (Mateo 23:37). Esto indica claramente que Dios había expresado mensajes amorosos de esperanza y reconciliación a través de Sus profetas, así como palabras de advertencia al castigo.

Quizá nosotros podamos aplicar este principio en como compartimos la verdad con otros. El enfoque de Isaías argumenta en contra de cualquier presentación del evangelio sólo en términos de “Arrepentíos, el final está cerca.” Ciertamente podemos aprender del formato de los mensajes de Isaías. Este nos recuerda que no es simplemente las noticias que comunicamos lo que importa; sino también es importante cómo las comunicamos.

R. Herbert
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R. Herbert holds a Ph.D. in ancient Near Eastern languages, biblical studies, and archaeology. He served as an ordained minister and church pastor for a number of years. He writes for several Christian venues and for his websites at http://www.LivingWithFaith.org and http://www.TacticalChristianity.org, where you can also find his free e-books. R. Herbert is a pen name.